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••Culiacán Sinaloa 6 de agosto de 2019

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Culiacán Sinaloa
6 de agosto de 2019

Me mire al espejo y acomode mi falda por última vez, me esta arreglando para un nuevo "trabajito" que me había salido gracias a una amiga que siempre me conseguía trabajos con gente bastante poderosa de aquí de culichi.

Los "trabajitos" que ella me consigue es como dama de compañía de los más poderosos de Culiacán o con que paguen el precio salgo hasta con punteros de quinta, la cosa es el dinero, no el hombre.

Termine de arreglarme y salí de mi casa apurada para ir camino a la casa de mi amiga que vivía a la esquina contraria de mi casa en barrancos, donde vivo con mi mamá y mi papá el cual se encuentra enfermo de leucemia, él fue la razón por la cual empecé con el negocio.

— Amigaaa —mi amiga de nombre Catalina me abrazo en cuanto abrió la puerta de su casa.

— Cata —sonreí y correspondí el abrazo, entré a su casa y di un pequeño vistazo alrededor.

— El pez gordo de hoy es el pez más gordo que te ha tocado en todo este tiempo, es un Guzmán —Catalina sonrió victoriosa por lo que me había conseguido esta vez.

— ¿Cual Guzmán exactamente? —sonreí con entusiasmo por la noticia, esta vez iba a conseguir mucho más dinero del esperado si era un pez gordo grande.

— Iván Archivaldo, si con ser Guzmán ya era pez gordo por ser el que es, es el más gordo de todos los peces actualmente.

— Perfecto, ¿a donde y a que horas se hace? —pregunté sacando mi teléfono de mi gran bolso.

— Lo vas a acompañar a una junta de negocios con otros narcos y viene por ti en 20 minutos así que preparada por que en cualquier momento llega —me aclaro mis dudas y se asomo por la cortina de su ventana.

— Lo espero afuera entonces, ni ánimos de saludar a tu mamá que en cualquier momento sale —dije rodando los ojos con una sonrisa divertida.

— No está pero igual como gustes —se río y nos despedimos para salir de su casa y esperar al Guzmancito afuera mientras miraba mi celular.

Miraba mi celular hasta que aproximadamente a los 5 minutos una camioneta negra se paro enfrente de mi por lo que supuse que ya habían llegado por mi, bajaron una ventanilla y se vio un hombre barbón.

— ¿Diana? —preguntó el hombre a lo que asentí.

— Afirma.

— Suba por favor —dijo y subió su ventanilla, a lo cual hice caso y subí en la parte de atrás de la camioneta.

Todo el camino fue en silencio mirando por la ventanilla ya que me había quitado mi teléfono, el camino era largo por lo cual casi me quedaba dormida de no ser que llegamos antes de que sucediera.

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⏰ Última actualización: Jul 07 ⏰

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Dama || Ivan Archivaldo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora