LA DEBILIDAD DE EGGMAN

CAPITULO 4

De nuevo en el camión, de nuevo en el trabajo.

De nuevo con esas pantallas rastreando a la extraña criatura que se había convertido en la nueva obsesión de su jefe. Robotnick no dejaba de gritar y ordenarle a Stone que hiciera e hiciera cosas.

Que actualizara los drones para que pudieran ir más rápido, que ordenara a las tropas rodear cierto territorio, Stone esto, Stone aquello.

Trabajo, trabajo, trabajo.

Obviamente ésta misión era algo muy importante, más al tratarse de una criatura completamente nueva y desconocida, Stone sabía que su amado no podía soportar no saber algo. Sumando que ese tipo que había escapado con la criatura había tenido el atrevimiento de golpear el hermoso y perfecto rostro de su jefe.

Stone quería devolverle el golpe con un super misil.

Pero ya era suficiente con la venganza que el propio Robotnick tenía preparada para ese hombre Wachowski, que consistía en arrancarle las uñas una por una y luego obligarlo a comerlas.

Sentado frente a la cafetera esperando a que los cafés estuvieran listos, se había encargado de prepararlos tal y como le gustan a su jefe, con lechita austríaca. Una vez estuvieron listos fue en dirección al área de trabajo de Ivo, lo vió sentado en su silla tecleando algunas cosas.

- Te traje un café - dijo, poniendo el café en el escritorio.

Robotnick no respondió, estiró su mano y tomó el café, le dió un sorbo y lo dejó en su lugar.

- Trabajas demasiado, deberías tomar un pequeño descanso -

Sin respuesta, lo único que se escuchaba era el sonido de las teclas.

- Amor, creo que deberías...-

- No te metas en mi trabajo - interrumpió Ivo.

Stone bajó la mirada, aún si ya eran más que jefe y empleado seguía habiendo una especie de barrera entre ellos, barrera que el mismo Robotnick ponía.

- Solo te digo las cosas porque me preocupo por ti - Dijo.

Nuevamente sin respuesta, solo el maldito sonido de las malditas teclas.

- Veo que no te interesa lo que yo piense, claro solo soy tu asistente, mejor me voy a seguir trabajando - dijo Stone con la voz algo herida.

Dió media vuelta y un paso con intención de retirarse, hasta que la voz de su jefe lo llamó.

- Odio que me den órdenes y lo sabes -

Volvió a mirar a su jefe, aún le daba la espalda pero ya había dejado de teclear.

- Solo te lo digo porque me preocupo por ti -

- Aún así, es raro para mí que alguien más me diga que hacer- dijo Ivo con sinceridad.

- No lo veas como una orden, más bien velo como una sugerencia de alguien que te ama-

Stone pudo observar muy bien la reacción de su jefe al terminar de decir esa frase, como su rostro se había vuelto un poco más rosa al escuchar la palabra "Amor" y como sus cejas se habían alzado ligeramente. Sonrió al ver esa adorable reacción, le gustaba que Ivo fuera tímido todavía, podía ser todo lo gruñón e intimidante que quiera pero en el fondo es un enamorado que está experimentando amar pero primera vez.

Y por eso Stone le tiene tanta paciencia.

Se acercó hasta él y lo abrazó por los hombros, pudo sentir un ligero temblor en Robotnick pero no fue apartado mi rechazado.