𓂀 𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕪 𝕝𝕚𝕓𝕖𝕣𝕥𝕒𝕕 (Levi Ackerman) +𝟙𝟠 𓂀

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Notita al final del capitulo

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—¿Vas a salir de ahí Raishla? No has comido nada desde esta mañana— Habló Hanji desde afuera de mi habitación

—Ahora Salgo Hanji.

—De acuerdo. Además... Hay alguien que esta ansiosos de verte— Por como lo dijo, estoy segura de que estaba sonriendo.

—Está bien, no pienso demorar.

—Bueno— Dijo para después escuchar como sus pasos se alejaban de mi puerta.

Mi habitación era un desastre. Papeles por todos lados, libros de todo tipo, polvo, armas, ropa.

Apostaría que si Levi viese mi habitación le darían 2 paros cardiacos y 10 infartos.

Mentiría si dijera que no me estaba afectando la situación, y me refería en ambos sentidos , tanta física como mentalmente.

Quizás podría conseguir algo más de información... La policía militar debía tener algún tipo de archivos de aquellos casos.

—hay dos opciones. Decirle a Erwin que me ayude, aun sabiendo que lo más probable es que me diga que no, o...—Sonreí con tan solo pensarlo. Era una idea loca, pero quizás y solo quizás, era momento de volver.

Salí de mi habitación no sin antes guardar todo el reguero que había formado.

Caminé por aquellos pasillos por los que antes solía caminar con recurrencia y un orgullo.

Mi mirada estaba en alto mientras mis ojos recorrían cada parte del cuartel.

Los pasillos estaban desolados y la briza en todo su apogeo.

La noche estaba fría, provocando un ligero escalofrío en mi cuerpo. No era una sensación que me gustaba, pero tampoco me desagradaba. 

Me sobresalté al sentir un cuerpo chocar contra mi espalda y seguido de dos grandes y fuertes brazos pasar por mi cintura y pegarme a su cuerpo. La respiración en mi cuello y los mechones de aquel cabello marrón rozaban mi piel. Estremeciéndome por completo, acaricié su cabello mientras sentía como su respiración era irregular.

—Hola... Koshiro— Dije en un tono suave. Sintiendo como ejercía un poco más de presión en su abrazo.

—Te extrañe mucho Raishla— Me dijo casi al oído mientras se alejaba un poco y rotaba suavemente mi cuerpo para así mirarle. Acuno mi rostro entre sus manos mientras con su dedo pulgar daba ligeras caricias a mi mejilla, sus ojos recorrían cada centímetro de mi rostro como si apreciara y adorara cada parte de mí. Sus ojos tenían un brillo que a lo largo de mi asquerosa vida no había visto en otra persona que no fuera Levi...

—¿O debería llamarte capitana?— Habló nuevamente él mientras sonreía, enchinando un poco sus ojos.

—Ya no soy capitana Koshiro...—Le respondí sonriendo sutilmente a la vez que pensaba en aquel título que tanto amaba.

—Así que es cierto... Estás en el grupo de Levi ¿Verdad?

—Sí.

—Ya veo... La capitana Hanji me dijo que no querías salir de tu habitación— Dijo mientras fruncía un poco el ceño— Ven debes comer —Continúo mientras me tomaba de la mano y empezaba a caminar hacia el comedor.

Koshiro era un chico jodidamente alto y... Guapo a mi parecer, fue la primera persona en acercarse a mí cuando llegué aquí, desde ahí nos convertimos en mejores amigos, su presencia alegre y animada hacía cambiar un ambiente de incomodo a agradable de una manera impresionante.