PRÓLOGO

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—¡Mal ayudame!.

Mal se giró abruptamente, pudiendo reconocer aquel grito de inmediato, se trataba de Celia.

— ¡Si, ven a salvar a tu amiguita Mal!.— esta vez escuchó la voz de Audrey desde lo más alto del castillo que estaba detrás suyo, seguida por el estruendo de un rayo rosado que habia iluminado el cielo nocturno.

Sabiendo que Celia estaba en peligro, su dragón interno amenazó una vez más con salir, sus ojos tomaron un fuerte brillo esmeralda y una nube morada la envolvió por completo, hasta transformarla en aquella creatura alada.

Voló hacia el sitio donde estaba Audrey, manteniendo como rehén a Celia, y soltando un fuerte rugido, rápidamente lanzó una bola de fuego a esta, que fue absorbida por el poder del bastón en manos de la hija de Aurora, quien rió con burla y no dudó en contratacar lanzando un rayo de mágia hacia la dragona frente suyo, que apenas logró esquivar por suerte, seguido de algunos más mientras que Mal trataba de acercarse una vez más a ellas.

— Cuidado, o freirás a tu amiga villana.—

A la par de aquello dos apurados villanos, Harry y Uma, acudieron al lugar en donde se estaba desarrollando todo, observando la escena algo preocupados, ya que, a pesar de seguir afectados con la mentira de Mal hacia todos, después de todo ella los necesitaba ahora.

— No logrará nada sin la brasa.— comentó Uma, observando los intentos de Mal para reactivar la brasa sin exito, algo que frustró a la dragona a su vez.

— ¡Ayudame Mal!.— Celia una vez más gritó, seguido de esto un nuevo ataque por parte de Audrey logró dar directo hacia Mal, algo que la hizo alejarse aturdida.

— ¡Ahora, vamos tras ella!.— gritó Uma, tratando de aproximarse al lugar con algo de prisa, haciendo un intento posible por acudir en la ayuda de esta.— ¡Mal!.—

— Vaya vaya... eres la misma mocosa pátetica y débil que yo recuerdo.— la voz y risa de Audrey habian cambiado drásticamente, algo que no paso por alto tanto por Celia, y Mal, más por esta última, sintió toda su sangre congelarse ante ese instante.

Aquellas pesadillas que tenia a veces jamás le harían olvidar esa voz en especial.

— ¡Speciosus, formosus, praeclarus!.— un grito, seguido por una risa malvada resonó por los aires, esta vez envolviendo a Audrey en una nube verde hasta finalmente revelar una silueta con cuernos y vestimenta negra.

Todos los presentes, incluyendo Uma y Harry se quedaron paralizados del asombro y miedo, al lograr ver la silueta tan familiar para ellos aparecer bajo de esa niebla esmeralda que comenzaba a dispersarse.

Era Málefica.

No a la lagartija sin corazón que se suponia que debia ser, no, era ella realmente, de vuelta en su verdadera forma, solo que con algunos cambios notorios, sus mejillas eran mas filosas, su piel ahora era de un tono verdoso, y sus cuernos eran más largos, dandole una apariencia más aterradora de lo que Mal ya consideraba.

En los ojos de la hada oscura, además de mostrar un brillo de maldad, también mostraba un profundo odio e ira, algo que hizo que el dragón interno de Mal se esfumara de un momento a otro, dejando a una desfavorecida pelimorada caer presa del pánico hacia pocos metros del mismo sitio donde se encontraba la emperatriz observandola con superioridad y burla.

𝐁𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐋𝐈𝐅𝐄  © || Descendants.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora