cap 1

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"Todos los derechos pertenecen a sus respectivos autores, lo único que me pertenece es la historia, así que si tienes alguna idea o quieres que mejore algo, házmelo saber en la caja de comentarios.

Todos ya conocemos la clásica historia: un zorro ataca la aldea en contra de su voluntad, un sellado y unos malos padres.

Pero bueno, ya todos sabemos cómo va esto.

Un pequeño niño se encontraba corriendo de una gran turba de aldeanos.

¿La causa?... Existir.

El pequeño Naruto había quedado en esta situación ya que se había ido de su casa luego de escuchar cómo todos sus sueños se iban al basurero, y nada más ni menos que por los estúpidos de sus padres. Estos le dieron el liderazgo de ambos clanes a sus hermanos menores, cosa que lo dejaba fuera de la familia. Y no contentos con eso, el bastardo Namikaze proclamó a todos que cualquiera de sus dos "únicos" hijos tendría el derecho de ser el futuro Hokage cuando él se retire.

El pequeño, que no era ningún idiota, salió corriendo de la casa, siendo notado por varias personas. En fin, el pequeño estaba fuera de sí, no oía a nada ni a nadie, ni siquiera le hacía caso a una voz femenina que le decía que se calmara.

Todo acabó donde siempre, en un maldito callejón, al cual Naruto entró y al darse cuenta de su situación solo se hizo bolita y dejó que todos los aldeanos y algunos shinobis lo golpearan, hasta que todo paró y vio cómo una sombra se paraba enfrente de él antes de quedar inconsciente.

Cuando el pequeño rubio abrió sus ojos, notó que se encontraba en una habitación que conocía demasiado bien: era la del hospital. Este no tuvo mucho tiempo para pensar cuando dos ancianos entraron a la sala.

Hiruzen: Hola, Naru-chan, ¿cómo te encuentras?

Danzo: Te trajimos los regalos de todos tus amigos.

Naruto: Gracias, abuelitos. Y la verdad es que me encuentro bien. (Dicho con una mirada apagada).

Ambos ancianos notaron esto y decidieron consolarlo un poco.

Danzo: Descuida, Naruto. Si tú te lo propones, podrías superar a esos dos arrogantes.

Naruto: ¿Cómo lo haré si nadie en esta maldita aldea quiere entrenarme? Mis padres, el estúpido pervertido que se supone que es mi padrino o incluso los shinobis, ninguno de esos malditos me va a ayudar.

Hiruzen: (suspiro) Tenía pensado esperar unos años más, pero al parecer la situación no me deja otra alternativa.

Danzo: Así que al fin vas a aceptar mi idea.

Naruto: ¿Qué idea?

Hiruzen: Naruto-chan, Danzo y yo hemos decidido ponerte en el programa ANBU, claro, si tú lo quieres.

Naruto: ANBU, ¿te refieres a los que me protegen todo el día?

Danzo: Exactamente, Naruto.

Naruto: Claro que sí, os prometo que me volveré el más fuerte de todos, de veras.

Ambos ancianos y una pelirroja sonrieron por la actitud del pequeño.

Hiruzen: (poniendo un semblante algo serio) Naruto-chan, no quiero que te asustes ni nada, pero... (suspiro) mejor velo por ti mismo.

Dándole un espejo.

El rubio lo tomó y vio su reflejo, lo cual lo impresionó. En su ojo izquierdo tenía una cicatriz, la cual a palabras de él, se le veía genial.

Naruto: Esto me hicieron los aldeanos.

Danzo: Sí, aunque no te preocupes, todos los responsables ya están en prisión.

Crimson ambuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora