Capítulo 1: "El cambio"

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      Nick con su madre miró por la ventana del avión, y sintió una mezcla de recuerdo del pasado. Por un lado, estaba nervioso por dejar atrás su antigua vida, aunque nunca le gustó eso, en su casa, su escuela, sus recuerdos. Por otro lado, estaba aliviado de escapar de su padre, de sus exigencias, de sus secretos. Nick no quería ser un cazador, no quería matar a seres que no existía, no quería seguir una tradición que no entendía. Nick solo quería ser un chico normal, que pudiera tener amigos, divertirse, y ser normal

       ¿Sería eso posible en su nuevo destino?

      -¿Estás bien, cariño? -le preguntó su madre, que estaba sentada a su lado.

      -Sí, mamá, estoy bien -mintió Nick, forzando una sonrisa.

      -Estoy segura de que te va a gustar América Sur. Es un país hermoso, con mucha cultura, mucha historia, mucha gente. Además, vas a poder aprender un idioma nuevo, el América del Sur. ¿No te parece emocionante?

      -Sí, mamá, me parece emocionante -repitió Nick, sin mucho entusiasmo.

      Su madre le acarició el pelo, y le dio un beso en la frente.

      -No te preocupes, Nick. Todo va a salir bien. Estoy orgullosa de ti, de tu valentía, de tu inteligencia, de tu bondad. Eres un chico especial, Nick. Y yo te quiero mucho.

      -Y yo a ti, mamá -dijo Nick, abrazándola.

      Su madre era la única persona que lo entendía, que lo apoyaba, que lo quería. Ella también había sido una cazadora, pero había renunciado a esa vida cuando se enamoró de su padre. Ella también había sufrido el rechazo de su familia, la presión de su marido, la soledad de su existencia. Ella también había deseado una vida normal, una vida feliz, una vida libre. Por eso, cuando su padre le propuso el divorcio, ella no lo dudó. Y cuando le ofrecieron un trabajo como profesora de español en una universidad que queda en Buenos Aires, ella lo aceptó. Y cuando le preguntó a Nick si quería irse con ella, él dijo que sí.

      Nick sabía que su padre no estaba de acuerdo con su decisión, que lo consideraba un traidor, un cobarde, un fracaso. Nick sabía que su padre no lo perdonaría, que lo buscaría, que lo castigaría. Nick sabía que su padre no lo quería, que no lo entendía, que no lo aceptaba. Pero Nick no le tenía miedo a su padre, ni a los cazadores, ni a los vampiros, ni a los hombres lobo. Nick solo le tenía miedo a su problemas, a la tristeza, al vacío. Nick solo quería ser diferente a el.

      El avión aterrizó en el aeropuerto de Incheon, y Nick y su madre bajaron con sus maletas. Nick miró a su alrededor, y se sintió abrumado por la multitud, el ruido, el movimiento. Era un mundo nuevo, un mundo diferente, un mundo desconocido. Nick se preguntó si en ese mundo podía cambiar, si en ese mundo podría ser él mismo, si en ese mundo podría ser diferente a su padre.

      Nick y su madre llegaron a su nueva casa en América Sur, después de un largo viaje en avión. Era una casa grande, pero acogedora, en un barrio tranquilo y seguro. Tenía cuatro habitaciones, y tres baño, una cocina cómoda, y una sala con mucho libro, ya que su familia es de plata. Nick y su madre sonrieron con alivio y se pusieron a desempacar entre los dos, admirando la casa que sería su nuevo hogar.

      -Me gusta esta casa, mamá -dijo Nick, colocando sus libros en una estantería.

      -Y a mí, Nick -dijo su madre, colgando sus fotos en una pared.

      -Espero que podamos ser felices aquí -dijo Nick, abrazando a su madre.

      -Yo también, Nick -dijo su madre, besando a su hijo.

      Después de terminar de desempacar, Nick decidió salir a caminar a conocer el lugar. Se sentía curioso por la cultura y la gente de América Sur, pero también un poco solo y extraño. Fue a comer a un restaurante típico, donde probó el plato nacional, el pan de carne. Le gustó el sabor, pero no tanto el precio. Luego, fue a beber té a una cafetería bonita, donde se entretuvo leyendo un libro que había traído de su antigua casa. Le gustaba leer, pero no tanto el silencio. Cuando se hizo de noche, se puso a caminar asta su casa, a ver el camino con luces, y llegando vio a su madre esperándola con una alegría se acercó.

Sombras en la noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora