Mi último deseo - Han Seojun

٭Capítulo 1٭

Todos mis deseos se cumplieron, pero sigo sin estar contenta, obtuve todo lo que pedía, pero parece que no fui clara.

"Ten cuidado con los que deseas"

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No puedo ocultar mis sentimientos hacia ti.
Seojun, me gustas, y quiero que me lo digas que yo también te gusto.

-so say it ditto-

Mis pensamientos daban vueltas una y otra vez, como si estuvieran atrapados en un remolino interminable de emociones y deseos incontrolables. Estaba enamorada de Seojun, mi mejor amigo, pero él no tenía ni idea de lo que siento por él. Hemos compartido risas, secretos y momentos inolvidables juntos, pero como amigos.

Mi amor por Seojun era tan profundo y puro que me consumía por completo. Cada vez que lo veía, sentía un calor reconfortante en mi pecho y una sonrisa tímida se formaba en mis labios. Cada palabra que dice, cada gesto que hace, hacía que mi corazón lata más rápido y mi piel se erice de emoción.

Pero también hay una sombra de tristeza que me envolvía, porque sabía que mi amor por él era unilateral. He guardado mis sentimientos en lo más profundo de mi corazón durante años, sin atreverme a confesarle la verdad. Porque tenía miedo de perder su amistad, de arruinar lo que tenemos por un amor no correspondido.

En un intento desesperado por expresar mis sentimientos, he escrito cartas interminables para Seojun, palabras que nunca verá, confesiones que nunca escuchará. Cada letra escrita con amor y cuidado, cada línea con el deseo de que algún día comprenda la verdad detrás de mis silenciosas miradas y mis palabras entrecortadas.

Pero cada vez que me encuentro frente a él, mis labios se sellan y mis manos tiemblan, incapaces de encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que siento.

—Seojun— lo llamé y traté de hacer que mi voz sonara firme.

—Dime Hae— respondió suavemente.

—Tengo algo que decirte... — esa vez mi voz se escuchó más bajo, al mismo tiempo que había dejado la lata que había comprado a un lado mío.

Él me miró a los ojos con curiosidad por saber qué tenía para decirle, yo me quedé unos momentos en silencio pensando mis palabras y analizando lo que iba a hacer.

¿Estaba bien?

—yo... — traté de comenzar la frase.

¿Era lo correcto?

¿Valía la pena?

—Seojun, yo... — no me atrevía a mirarle a la cara.

¿Y si perdía su amistad?

Moví mi mano sin querer y tiré la lata que había dejado.

—¡Lo siento! — había dicho con nerviosismo cuando vi que el líquido cayó sobre él.

Uno de mis pocos intentos por poner mis sentimientos en palabras, lo había arruinado.
Luego de recordar aquella vez, sentí que ya no tendría más oportunidad.

Y así, mi amor por Seojun permanecería como un secreto guardado en lo más profundo de mi ser, un fuego ardiente que consumía mi alma pero que nunca se apaga.
O también, mi corazón siendo la vela que ilumina la oscuridad de mi tristeza, y él siendo el fuego de ella, porque hace que mi vela brille, pero al mismo tiempo que se consuma a sí misma.

Y mientras seguía adelante, enfrentando cada día con una sonrisa en mi rostro y un corazón lleno de esperanza, sabía que mi amor por Seojun nunca desaparecerá. Porque incluso si nunca llega a conocer la verdad, incluso si nunca llega a amarme de la misma manera, siempre seguiré amándolo igual que el primer día, con toda mi alma, con todo mi ser. Porque él siempre fue mi mejor amigo, mi confidente, mi todo, y siempre lo será. Porque no importa cuanto rompa mi corazón, éste seguirá latiendo por él hasta el día que se apague.