<Herta: Hola, Stelle, soy Herta. Te necesito para algo bueno>
<Herta: Ven rápido a mi oficina! Te espero!>
<Stelle: Hm... Tengo que ir sola o puedo ir acompañada?>
<Herta: [Respuesta automática] Hola. En este momento no estoy disponible. Tampoco me pondré en contacto contigo más tarde>
<Stelle: ¿?>
...
Estación Espacial de Herta -Oficina de Herta-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Herta: Ah, por fin viniste... Y no sola por lo que puedo ver
Aether: Hola... Herta
Herta: Hola, "Me quedo pero mejor no"
Aether: Sí... perdón, pero había cambiado de opinión
Herta: Ah, sí? No me digas *Sarcasmo*
Aether: Eh... je, je, je...
Que vergonzoso es esto para mí, luego de haberla convencido a ella y Asta para que me pudiera quedar aquí hace tiempo... y luego cambiar de opinión repentinamente debió confundirlas
Stelle: Yo me alegro de que lo hayas hecho
Aether: Yo también me alegro de haberlo hecho
Ambos nos miramos el uno al otro y nos dedicamos una sonrisa
Herta: Bueno, bueno, dejemos las charlas para después, Stelle. Estoy trabajando con unos colegas en un gran proyecto. Si funciona, podremos resolver la mayor incógnita que nos ha atormentado por miles de Eras del Ámbar: la verdad detrás de los Eones
Herta: Solo imaginalo, qué existencia tan misteriosa! Algunos de ellos una vez fueron seres humanos ordinarios como tú y yo, pero de alguna manera obtuvieron un poder mas allá de nuestra imaginación! Son misteriosos, poderosos, silenciosos y a aterradores! No hay palabras para describir el misterio en torno a ellos
Herta: Cómo fueron creados? Con qué proposito? De qué están hechos? Stelle, alguna vez te has puesto a pensarlo?
Stelle: ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
