Hope

๑Capítulo 04.

—Quiero una boda formal —susurró Lucius sobre su cuello. Ambos se encontraban abrazados y desnudos, apenas cubiertos por la sabana blanca que cubría sus piernas enredadas entre ellos. —Pero sería un problema si se hace publico.

—No es importante —se limito a decir Oliver.

Probablemente eran al rededor de las dos de la mañana o algo así, tenía que ser rápido y deshacerse de Lucius, pero el brazo en su cintura decía algo diferente.

—¿Por qué no es importante? —inquirió el alfa. —Firmaste nuestro registro de matrimonio del registro civil y ya. No es romántico.

Esta haciendo lo mismo que hacía hace años, pensó Oliver. Comportarse como un niño caprichoso y mimado.

—¿Por qué sería romántico? —las palabras del pelirrojo salieron tan secas que Lucius tuvo que alzar la cabeza de donde se encontraba para ver los ojos de Oliver como si no pudiera creer las palabras que escuchaba.

—No tiene que serlo, solo es un decir —dijo Lucius mirando fijamente los ojos azules del omega como si quisiera buscar algo más del reflejo que veía. Fingió que las palabras del omega no lo dañaron de alguna forma.

Oliver volteó su cuerpo.

—Quiero salir —dijo alegrando un poco más su voz para tranquilizar el ambiente. —Mañana tienes que ir al trabajo. Llegare temprano para prepararte un desayuno delicioso y-

—¿Quien es?

Oliver se sentó sobre la cama al igual que Lucius.

—¿Qué?

—¿A quien quieres ver? —el rostro del alfa se había vuelto frío. —Si necesitas hacerlo, podemos traerlo aquí. Así es mejor. ¿Para que salir? No es seguro.

—No quiero ver a nadie —mintió. —Tengo que recoger algunas cosas, eso es todo.

Vio como el rostro de Lucius de alguna manera se ilumino.

—Si solo tienes que recoger cosas, sería mejor que te acompañe, así tendrás alguien que te ayude —se puso de pie. —Te llevare.

—No —se apresuró a decir Oliver.

Oliver también se puso de pie y comenzó a buscar su ropa.

—Será rápido, no es necesario que lo hagas —se apresuró a decir. No quería que Lucius se involucrará en lo absoluto. Sería un gran problema si sucediera. No quería eso ahora. —Puedo ir por mi cuenta.

—¿A esta hora? —Lucius ya se encontraba completamente vestido. —Quiero llevarte. Dices que no es importante, pero lo es si vas de repente a esta hora después de-

—Te dije que no —la voz de Oliver se hizo dura y firme como un regaño. —¿No entiendes?

El rostro de Lucius cambio y Oliver no iba a lidiar con eso en este momento. Prefirió salir de la habitación en ese instante con su playera en mano. Camino rápido y cuando se dio cuenta que Lucius no lo seguía se sintió aliviado.

No tenía nada en mano ni dinero o un celular. Aunque al menos estaba afuera.

—Tengo que ver a Kian —se dijo a si mismo para darse algo de aliento. No era la primera vez que pasaba; él solo y sin un billete en mano. Podía arreglárselas para llegar hasta Kian. Sí, podían ser como las tres de la madrugada, pero no sería un obstáculo.

Miro a su alrededor, lo iluminado que estaba el camino y el bosquejo que se podía ver. Era una vista hermosa, pero no era lo que quería ver Oliver en ese momento. Un sitio alejado de la ciudad significaba que no tendría buenas posibilidades para llegar hasta donde quería. Camino hasta la salida de la mansión, el camino era largo por lo extenso que era el jardín y las rejas que daban entrada a la mansión.