JeongYeon y yo no tenemos la misma mamá. Mi madre me ha contado como millones de veces la historia; la mamá de JeongYeon y ella eran mejores amigas cuando iban a la preparatoria, ambas enamoradas de del mismo chico: Park Hanmin.
Él solía ser muy amable con las dos, pues era alguien que se hacía amigo de cualquiera fácilmente. Pero claro, sólo le interesaba una de ellas, y ya se podrán imaginar quién de las dos terminó siendo la señora Park.
No mi madre, claro que no. Ella no tiene derecho de ser llamada señora Park, aunque el señor Park sea mi padre.
La mamá de JeongYeon y mi padre se casaron a unos meses después de graduarse, eran así como un amor de película. Mi mamá ya no era amiga de la mamá de JeongYeon para ese entonces, porque como pacto de mejores amigas habían acordado ambas olvidarse de Park Hanmin para que nadie saliera lastimado, pero la mamá de JeongYeon rompió el pacto y no tardó en aceptar ser la novia de Park Hanmin cuando este se lo pidió dos semanas antes de la graduación.
Mi madre ni siquiera pudo fingir sentirse bien por ellos, estaba destrozada. Le rompieron el corazón. Y no lo hizo Hanmin, no. Porque él no tenía la culpa de estar enamorado, él no tenía ningún vínculo con mi madre y no sabía que la iba a lastimar, él no había hecho ningún pacto. Las cosas eran así y ya.
Lo hizo su mejor amiga, ella le rompió el corazón.
La señora Park, ah. A veces siento tanto asco de llevar el apellido de una familia a la que no pertenezco.
Si se preguntan cómo es que existo, aquí viene la mejor parte de la historia.
Sí, mi padre eligió a la mamá de JeongYeon como esposa y mi madre sentía tanto asco hacia su mejor amiga que decidió nunca más poner un píe cerca de donde ellos estuvieran. Se fue lejos y siguió con su vida, intentando aliviar el dolor con trabajo y largos días en la playa.
Pasaron los años y nació JeongYeon, fruto del amor de la feliz pareja.
Feliz pareja, bueno... Para ese entonces su matrimonio estaba en la mierda y peleaban todos los días. Park Hanmin estaba empezando a cansarse de la mamá de JeongYeon.
Salió un día a beber con sus amigos para dejar atrás todos los problemas de su casa, y ahí fue cuando se reencontró con mi madre y tuvieron su larga noche de pasión por más que me dé asco decirlo.
JeongYeon. El fruto del feliz matrimonio.
Yo. Un error.
Mi mamá me contó que ella no hubiese buscado nuevamente a Hanmin si no se hubiese enterado a los meses de que estaba embarazada, porque ya para ese entonces no sentía nada por él y lo había olvidado.
Había sido una noche alocada, con muchas risas y alcohol de por medio. Me dijo ella. Me suena a lo que dirían sobre la noche en la que cometieron un gran error.
Mi padre al principio no quería, ser eso, mi padre. Se negaba a aceptar que la mujer con la que le fue infiel a su esposa estaba embarazada.
Gracias a que venía un bebé en camino, mi padre tuvo que confesarle a la mamá de JeongYeon lo que había hecho.
Tuvo que decirte: Lo siento, cometí un error. Pero te amo. ¿Podrías perdonarme?
Y ese error al final termino siendo yo. Toma forma en mí, ¿entienden?
A veces pienso, ¿Qué tiene la mamá de JeongYeon que la mía no?
La mamá de JeongYeon es delgada y delicada, sonriente, de mirada suave y amable. Usa ropas caras, accesorios con precios que mi mamá y yo nunca nos podríamos permitir. Y huele demasiado bien.
Mi madre es de facciones más duras, tiene muchas perforaciones y tatuajes. Me gusta la estrella en su muñeca. Sólo las personas cercanas a ella la han visto ser tierna. Y aunque no viste de cosas caras ni es la más romántica del mundo, para mí mi madre siempre le ganará a la que se llevó el título de señora Park.
A veces también pienso en la manera en la que JeongYeon siempre obtiene todo. Un padre que está en casa, que escucha sus sueños y aspiraciones, y los besos en la frente y los regalos costosos en navidad y el caldo de pollo que hace mi padre cuando se enferma. A Sana. Todo.
A veces odio a JeongYeon. No quiero sonar como una chica deprimida y resentida, pero a veces el odio es tan fuerte. Aunque luego recuerdo que nada es su culpa y se me pasa.
No es su culpa ser la suertuda de los dos, pero cada lunes que me paso de la escuela a su casa para pasar tiempo con mi padre, aunque en realidad no es así porque apenas hablamos unos minutos, no puedo evitar odiarlo y a su maldita familia feliz. No puedo evitar decirme a mí misma que no es mi hermana. No puedo evitar querer arruinar la sonrisa perfecta en el rostro de la señora Park.
Joder, pero cuando la rabia se va sólo queda la tristeza. Y ahí sólo me dan ganas de llorar hasta no poder respirar.
— Eres una tonta. — la voz de JeongYeon me sacó de mis pensamientos, ella hablaba con Sana y la miraba fijamente con una gran sonrisa mientras caminábamos de la parada de autobuses a su casa. Sana le devolvía la mirada, incluso más hipnotizada que ella —. Pero así te quiero.
Sentí nauseas. Tuve que apartar la mirada porque sabía que el odio se reflejaba de manera clara en mi rostro, y que ellas lo notarían.
Que a veces los odiaba. A mi padre, a JeongYeon, la señora Park... A mí misma. Por unos cortos segundos también a Sana.
Y todo porque al parecer sí era una chica deprimida y resentida.
mi Hyo :((
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❝ If I Was a Rose. ━ SAHYO | adaptación. ❞
Fanfiction❝ JiHyo está enamorada de Sana, pero Sana solo tiene ojos para la hermana de JiHyo. ❞ ✦ › Romance, drama, angst & superación personal. ✦ › Portada de: @straewgi <33 ׅ ۟ 兼 ָ֢ ֹ Está historia no me pertenece, todos los créditos son...