Prólogo y dedicatoria

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A todas esas Karla que sintieron que estaban en un túnel sin salida.
Y a todos esos Eider que el vacío era lo único que los llenaba.




Karla.  28/02/2024

Agarra con fuerza el volante. Esta concentrado en la carretera. Sus músculos se tensan cada vez que coge una curva con rapidez, cosa que hacía que me sobresalte y aparte la mirada dirigiéndola hacia la ventanilla, dudosa de nuestra seguridad.

-¿Y bien?- pregunta.-¿No vas a darme explicaciones?

Sus ojos profundos se clavan en mi. Me miran detenidamente en busca de respuesta, cosa que no iba a darle. Los míos se me llenan de lágrimas y no puedo mirarle, sabiendo como le he hecho sentir.

-Venga ya, Karla...- los nudillos de sus manos se ponen blancos al apretar aún más el volante girándolo con desesperación para coger esa curva que ha aparecido.
Aparta rápidamente su vista de mi para llevarla al frente, y veo como su cuerpo se inclina ligeramente hacia la derecha. El susurra una maldición por lo bajo, y su cara de asombro es lo último que veo. Ha cogido mal la curva.

Noto como el coche cae dando vueltas.

Yo grito, tapándome la cara con las manos y noto sus brazos rodeando mi cuerpo. Algo me golpea la cabeza, y después de un rato,
todo se hace negro.

Nota de la autora:

Aviso con antelación de que esta historia trata temas delicados sobre salud mental, en concreto autolesiones. A parte de drogas y alcohol que son parte también de un proceso psicológico de uno de los personajes. Dicha esta advertencia, espero que os guste el libro y disfrutéis de cada una de sus palabras, como yo escribiéndolo. Gracias a todos por estar aquí leyéndolo y acompañándome en este proceso, aunque seáis pocos, cada lector me hace más y más feliz.

Gracias 💗📖

Aunque nos olvidemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora