El amigo de carre; Spreen

19. mi felicidad

dos semanas después

Ivan's pov

con Mia no ibamos muy bien que digamos, ella me dejo muy en claro que la heri una banda, peor tan solo tengo 22 años, no se que hago con mi vida, intente reconciliarme con ella, estoy intentando hacer lo posible, ¿voy avanzando? no lo se.

ahora estamos cenando, comiendo fideos con tuco que hizo ella, muy ricos la verdad pero el silencio era incómodo y retumbaba en las paredes, como si fueramos dos extraños que nunca se gustaron.

-esta rico el tuco mia- solte sin más, ella que jugaba con el tenedor que aún no había pegado un bocado me asintio levemente y sonrio.

-che, mañana tengo que ir al dentista, vos tenes algo que hacer o te copa acompañarme?- le pregunte mientras le daba otro bocado a los fideos.

-te acompaño, ya de paso tengo que hacer una compra importante - murmuró un poco alto.

contemplando el silencio que habia, continuamos comiendo, ella comia lento, sus manos temblaban, lleva días comiendo poco y nada, y no me gustaba eso.

-mia, come un poco más dale, que si no te puedo pasar algo de no comer- mire un segundo a sus ojos, se veia mal, sus ojos marrones brillantes, ya no brillaban, se había apagado y todo era por mi culpa.

-que te importa si estoy bien o mal, estoy haciendo lo que puedo,¿okey!- grito levemente, intente no enojarme porque prácticamente yo cause este conflicto entre los dos.

seguimos en silencio, sonaba su respiración agitada, la ansiedad la invadia toda la noche.

me esforcé por no preguntarle nada, deje el tema de que no comia en el aire, tal vez si no le insistía o no le preguntaba, ahí podria comer más; o eso pense.

no me quería obligar a que me gustara mia, no me quería obligar a sentir para herirla más de lo que estaba, porque reconozco que; a pesar de hacerle bien en algún momento, la heri de la peor manera: rompiéndole el corazón.

la noche paso, mia se fue a su cuarto a "acostar" y yo, me fui a intentar dormir, a pesar de que daba vueltas en la cama, no podia parar de pensar en mia, en que podria hacer para ayudarla.
-ni siquiera sabes que le pasa- me decia a mi mismo, tenia razón, deberia de dejarla tranquila.

puedo conciliar el sueño a la madrugada, luego de bajar a tomar un vaso de agua fria de la heladera y comer una factura que habia en una bolsa de papel sobre la mesada de la cocina.

a eso de las diez de la mañana, me desperté por la alarma, me levante, me dirigi al baño y me tome un baño de agua tibia, mientras en mi cabeza solo había un pensamiento: mia. Salí de bañarme y cambiarme para dirigirme a la cocina a ver que podía desayunar, prendí la cafetera y puse café capuccino en ella, mientras se hacia el café me fui a fijar si estaba mia despierta.