Naruto - Los viajeros entre dimensiones ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto 

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Capítulo 2

"¿Cómo te llamas, niño?"

"Me llamo Naruto Uzumaki. No recuerdo dónde vivo. De dónde vengo. Ni siquiera recuerdo el día en que nací... sólo el mes". Fue el tono casi aburrido de Naruto mientras hablaba por la radiograbadora que le proporcionó el científico alemán.

Sentado frente a él había un anciano calvo con una barba blanca y desaliñada. Se llama Ludvig Maxis. El líder de la organización que le había encontrado, ensangrentado e inconsciente, en medio de la nada, a pocos kilómetros de Der Riese. De eso hacía tres días y el rubio de ojos azules y cara de bigotes aún no había recuperado la memoria.

"¿Qué es lo más lejos que recuerdas?" preguntó Ludvig mientras se inclinaba hacia delante sobre la mesa.

Naruto arrugó la cara mientras intentaba pensar. Al final se encogió de hombros y se quedó en blanco. "Lo más lejos que puedo recordar es literalmente hace tres días, cuando me desperté aquí".

Ludvig suspiró y detuvo la reproducción de la grabadora, tras haber oído todo lo que necesitaba del asiático que tenía delante. "Parece, joven, que tienes un caso grave de amnesia. Ahora veo dos posibilidades. O se resuelve con el tiempo, o puede que nunca recuperes tus recuerdos".

Naruto se encogió de hombros sin parecer molesto en absoluto. "Ah, bueno. Sólo son recuerdos. Puedo reemplazarlos fácilmente por otros nuevos".

Ludvig entrecerró los ojos confusamente hacia el rubio. "¿No deseas conocer tu propio pasado?".

Naruto cruzó los brazos contra el pecho y meneó negativamente la cabeza. "No, no lo deseo. ¿Por qué iba a molestarme si no recuerdo nada de lo que merezca la pena molestarse?".

X.X.X.X

Las Naciones Elementales se encuentran en plena crisis. Hace tres años, un mes después de la desaparición de un tal Naruto Uzumaki, los países elementales fueron invadidos repentinamente por un enemigo como nadie había visto jamás. Sin explicación alguna, los muertos empezaron a levantarse de sus tumbas y a atacar a los vivos. Al principio de la crisis los conflictos eran fáciles. Los shinobi y las kunoichi de cada aldea oculta pudieron defenderse de los zombis durante las primeras semanas y consiguieron hacerlos retroceder.

Justo cuando los muertos vivientes estaban a punto de ser derrotados, ocurrió algo totalmente inesperado: los zombis empezaron a adaptarse a su método de ataque y los ninjas aprendieron que algunos de sus ataques apenas tenían efecto sobre los propios zombis. Rápidamente se supo que el genjutsu era completamente inútil contra los muertos. También se demostró que la mayoría de las técnicas ninja que implican perturbar la red de chakra de un individuo eran inútiles. Afortunadamente, muchas de las técnicas ofensivas seguían siendo eficaces contra los zombis y eran capaces de mantener a raya a los muertos vivientes.

Fue entonces cuando descubrieron otro contratiempo. Los zombis se adaptaron de nuevo a su método de ataque y, de repente, se volvieron más rápidos y ágiles. Ahora son capaces de saltar varios metros en el aire, pudiendo alcanzar lugares a los que una persona normal no podría llegar. Todo ello sin utilizar chakra. A medida que los días se convertían en semanas, y las semanas en meses, más y más tipos diferentes de zombis empezaron a aparecer por las naciones, invadiendo países que no estaban protegidos por una Aldea Ninja Oculta en el plazo de un mes.