Capitulo 6

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Rachel

Golpe de realidad

Todo me duele los músculos, las piernas, la cabeza no es mucho lo que logramos dormir al menos yo ya que no me dio tregua en toda la noche Parece que ese hombre tiene fuerzas infinitas es todo un semental experimente placer de una manera inigualable no me gusta comparar pero con Bartt jamás había sentido tanto placer como el de anoche a pesar de cansancio y pensar que aún falta camino por recorrer.

- Rachel  - me grita sacando me de mis pensamientos – Deja de lamentarte y andando no tenemos todo el día

“Dios pensara que soy una zorra” no espera el fue el que empezó e insistió no tiene por qué culparme además yo ya no tengo nada que ver con Bartt y el es quien dice ser su mejor amigo y no le importo así que el único que actuó mal es el por qué además de eso tiene esposa “ Dios me metí con un hombre casado “

- No me estaba lamentando de nada solo que no estoy acostumbrada a el sexo tan rudo y placentero
- Puedo hacer que experimentes mucho mas placer pero antes salgamos de aquí

Sin más recogimos todo y nos encaminamos

- Al verte tan seria pese que te habías arrepentido de lo de anoche
- Jamás me arrepentiría de una noche tan placentera pero si me confunde un poco se supone que Bartt es tu amigo y lo estás traicionando
- Lo traicione desde que me la jale pensando en ti

Siete horas después continuamos caminando a la deriva, sin señales ni esperanzas de nada. Andamos en silencio mientras el desespero me abarca. Si no hallamos la salida tendremos que pasar otra noche juntos y no me creo capaz de eso al menos no en estás condiciones.
Se detiene indicándome que retroceda cuando se oyen voces en la maleza.

- ¡Armas arriba! - ordena.

Hablan en portugués, cargo mi arma apuntando hacia los arbustos.

Las voces se acercan y un grupo de hombres salen del matorral, traen el uniforme del ejército de Brasil.

- ¡Manos arriba! - nos apuntan.

No me atrevo a bajar el arma, en los países latinoamericanos los grupos insurgentes suelen usar el mismo uniforme que el ejército local.

- ¡Bajen las armas! - exige un moreno.

Ambos nos negamos con la cabeza.

- ¡Soy el capitán Bruno Saavedra. Exijo que se identifiquen!

Cruzo miradas con Christopher, capitán o no tiene una guardia de veinte hombres y de nada sirve oponerse.

- ¡Soy el coronel Christopher Morgan! — baja el arma indicándome que baje la mía ¡Y ella es la teniente Rachel James!

Todos bajan los proyectiles, se ponen firmes dedicándole un saludo militar al coronel.

- Me encargaron su búsqueda, mi coronel – explica el moreno – El Capitán Robert Thompson lidera el operativo de rescate.
- Quiero verlo – Demanda haciéndose paso dejando que los soldados le indiquen el camino
- ¿ Agua? – Me pregunta una soldado

Los seguimos hasta unas camionetas y en el camino las dos soldados que venían a la par conmigo no paraban de decir lo bueno que estaba el coronel por alguna razón me molestó bastante.

Al llegar a las instalaciones me informan que deben tomar nuestras declaraciones de lo sucedido en el avión así lo hacemos y un soldado se acerca a informarme que el capitán Lewis llamo 10 veces, veo como se tensa el coronel, pero no es mi culpa que el llame.

Me indican que vaya a una habitación a limpiarme y veo en el espejo el reflejo, esta mujer fue devorada, los chupetones son demasiado notorios, no tiene caso arrepentirse el sexo estuvo bueno el fue un salvaje y lo disfruté a más no poder.

Todo lo que pudo  y no pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora