Capitulo 4

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Olive.

No podía creer lo que acababa de pasar, Oliver se me había declarado. En todos los escenarios posibles que me había imaginado, nunca pensé que lo haría de esa manera. Tenía la sonrisa más grande del mundo y estaba saltando como una niña pequeña.
— Le gusto a Oliver. —Repetí para mí misma. - ¡LE GUSTO A OLIVER!
Grite más fuerte sin pensar que mis padres estaban durmiendo y que eran las 4 de la mañana.
Estaba demasiado feliz como para irme a dormir, me dirigí a mi cómoda y saque la libreta donde había escrito todo lo que deseaba hacer con el chico que me gustará, estaba entusiasmada por hacer cada una de las cosas en mi lista:

1. Ir a una montaña rusa
2. Tocar el timbre de alguna casa y echarnos a correr.
3. Hacer un picnic.
4. Leer un libro juntos.
5. Bailar bajo la lluvia.
6. Ver películas románticas mientras comemos helado y pizza.
7. Hornear galletas.
8. Que me regale un ramo de tulipanes.
9. Caminar agarrados de las manos por la playa.
10. Besarnos mientras se oculta el sol.

Cerre la libreta y me acosté en mi cama mientras imaginaba haciendo cada una de estas cosas con Oliver. Estaba tan feliz que no note que mi madre estaba parada en la puerta de mi habitación.

— Olive, ¿Me puedes decir por qué no estás durmiendo? Son las cuatro de la mañana. — dijo mi madre mientras cruzaba los brazos, parecía un poco enfadada, pero eso no hizo que mi emoción se desvaneciera.

—Le gusto, mamá. Le gustó a Oliver. — le respondí mientras me ponía a dar brinquitos en mi cama. —me lo acaba de decir mientras estábamos bailando you and me de lifehouse.

Mi madre dejo su postura de madre regañona y se acercó a mi con una gran sonrisa en su rostro.

-—¿De que me perdí? Apenas hace rato estabas deprimida por lo que pasó en esa cita con ese jovencito que no quiero pronunciar su nombre que se me sube la bilis. — mamá tomo asiento en mi cama mientras yo me acomodaba junto a ella.

Entonces le conté todo, desde como llego Oliver como un caballero a rescatarme hasta cuando me confesó que le gustaba. No podía parar de sonreír mientras hablaba con ella.

—¿No es genial mamá?

— Lo es, sabía que ustedes dos iban a terminar juntos desde el momento en que
se conocieron, solo que me preguntaba si iban a tardar mucho en darse cuenta de sus sentimientos. Incluso hice una apuesta con tu padre. Así que gracias por contarme, él tendrá que lavar los platos de la cena por un mes.

Mire a mi madre con la boca abierta mientras me estaba diciendo sobre su apuesta con papá.

— ¡¿APOSTASTE CON PAPÁ?!

— Si, él lavaría los platos de la cena por un mes si ustedes dos terminaban juntos este año. Y yo tendría que dejar de comprar platas si solo eran amigos nada más.

— No puedo creerlo.

— Lo siento hija, quería más plantas. - expresó mi madre levantándose de la cama. — Bueno, es hora de dormir otro poco, mañana tendrás más tiempo de procesar lo que pasó.

Me dió un beso en la frente y se retiró dejándome sola, amaba conversar con mi madre. Era mi mejor amiga no podía pedir más, ambas éramos fanáticas de leer libros de romance y ver películas clichés de romance.

Quería una relación como la que tenía con papá, se habían conocido en una tienda de disco en dónde mamá trabajaba, él había insistido mucho en obtener su número de teléfono. Y después de que se hicieran novios había sobreviviendo a la interminable tortura del abuelo que lo puso a ordeñar vacas y a alimentar a sus cerdos por toda una semana para ver si era digno de salir con su hija.

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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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