Runaterra, un mundo nacido de la mente de los creadores del videojuego "League of legends", el cual alberga millones de historias y criaturas fantásticas, pero sin llegar a ser explorado en profundidad. El lugar donde los campeones "viven" su día a...
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-Briar: ¿ Ya te moriste ? Que pena, quería jugar un poco más contigo, "señor sargento" jajaja.
-Briar: De acuerdo... ¿ Ahora qué ? *Se rasca la cabeza* creo que debería volver con mis amigos, seguro necesitan ayuda.
Con una sonrisa satisfecha y tarareando una alegre melodía, Briar se aleja de los restos de aquel pobre desgraciado.
-Briar: Ay no puede ser... Tengo hambre de nuevo jeje.
A lo lejos puede ver cómo se está desarrollando otra pelea, una bastante violenta y grande, así que asumiendo que se trata de ustedes, acelera el paso.
Y mientras ella va corriendo para auxiliar en los combates, el equipo la está pasando feo en contra de los últimos defensores de la fortaleza.
Un golpe de aquellos guantes de acero logra conectar con tu pecho y te saca volando contra unas maderas.
-Tn: *Cansado* Carajo... De verdad que duele más que cualquier otro golpe que haya recibido antes.
-???: ¡Jaja! ¿¡Que sucede invocador!? ¿¡Soy demasiado rudo para tu debilucho cuerpo!?
-Tn: (¿ Por qué estoy peleando contra él ? Oh... Cierto... Soy el único que sabe pelear cuerpo a cuerpo. Sin mencionar que alguna de ellas podría morir si se enfrentan a este armatoste).
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-Tn: (Odio enfrentar a los gigantes, es demasiado injusto que tengan tanta fuerza de forma natural).
-???: Cuando escuché que el invocador estaba en Noxus, sentí un enorme deseo de encontrarte, sabía que serías el único capaz de darme una buena pelea.
-???: Pero ahora mismo estoy muy decepcionado. Mírate, no tienes ni la mas mínima oportunidad contra mi y eso me hace enojar aún más.
-Tn: *Te levantas mareado* Es difícil dar una buena pelea cuando vienes de ser apalizado por dos mujeres.
-???: ¡Eso no es excusa! ¡Yo tuve que pelear contra un batallón entero incluso con los brazos rotos!
El gigante se aproxima con el puño levantado y esquivas por poco su ataque. Su puño termina por romper una pared e incluso atravesarla.
