☆═━Capítulo 2━═☆

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Los meses pasaron con rapidez, todos los días hacia su recuperación y tenía charlas con aquél chico oji-violeta... El oficial pudo notar el cambio que tenía el niño en su actitud, aunque eso no le molestaba en lo absoluto y estaba más contento de verlo comer bastante

Derek era el oficial que siempre iba al "cuidado" del menor, en realidad solo debía vigilarlo y se encariño tras unos cuantos días de su llegada... A nadie le molestaba su comportamiento con el niño, solo estaban al pendiente de que trabajará y no habrían problemas con el jefe

Actualmente la hora del ejercicio iba a empezar, aunque el menor parecía no aparecer y los oficiales lo buscaban en todos lados...

El menor se encontraba sentado en la copa de un árbol, decidió esconderse hasta que la hora de ejercicio terminé y pudiera volver a su habitacion hasta la hora de la cena... En sus manos veía los guantes que el oficial le regaló, sus pesadillas se calmaron desde entonces y ahora ya no veía la sangre que algún día tuvo

Izana: ¿También ignoras el ejercicio?, creí que el privilegiado no hacia eso - el menor bajo la mirada hasta los ojos violetas y sonrió - Tengo unos amigos que te quiero presentar...

El susodicho bajo del árbol en silencio y caminó junto al mayor hasta detrás del reformatorio, donde habían otros chicos también mayores que el... Ellos veían a los recién llegados con mucha curiosidad, ya que el moreno tomaba la mano del azabache y sonreía como si fueran una pareja feliz

Rindou: ¿Donde está ese demonio que gobierna el reformatorio? - cruzó sus brazos con aburrimiento - yo solo veo un mocoso... ¿De cuanto?¿8 años?

El menor guío su mirada hasta aquél de piel morena, cuando el chico notó su mirada comenzó a silbar y trato de evitar que la ira consumiera al niño... Al parecer estuvo en su día de suerte, mientras el oji-azules observaba como el grupo estaba curioso y decidió que se presentaría

Takemichi: mucho gusto conocerlos a todos - hizo una corta reverencia con la mirada aburrida - Soy "el ángel" de este lugar... Takemichi Hanagaki

Frente al menor habían cuatro de los nuevos reclutas, arrodillados luego de oír su nombre y saber quién era aquél niño exactamente... "El angelito con el mayor privilegio", aquél que tuvo sus años de condena por homicidio y aún siendo un niño era admirado por más de un pandillero

Estuvieron hablando durante mucho tiempo, los nuevos reclutas aprendían cosas nuevas sobre su ídolo y hasta se enteraron que realmente no era como lo describían... El menor peinaba con una sonrisa al Haitani mayor, este se encontraba relajado y dejando que un completó desconocido lo peinara

Izana: por cierto Rindou... Arreglando lo que dijiste - El mencionó lo miró un tanto confundido - Takemichi tiene 9

Takemichi: Iza no reveles mi edad así como así - frunce el ceño y lo mira con molestia - Tuve problemas aquí por la edad... ¿Recuerdas?, tú fuiste uno

Siguieron hablando durantes algunas horas más, hasta que un oficial llegó a donde ellos estaban y soltó un suspiro al notar que el oji-azules estaba allí... Este observó con una sonrisa burlona al mayor, rápidamente se puso de pie y camino hacia el recibiendo regaños de su parte

El resto excepto el moreno veían esto sin entender nada, los ojos azules solo veían a un lado fingiendo ignorar sus palabras y más tarde ambos se fueron en dirección al sector de ejercicio... La razón por la cual escapaba de aquello, era simplemente que debía hacer más que los demás y eso no le agradaba al menor

Pero tampoco era culpa de los demás, ya que el había faltado a los ejercicios e incluso se enfermó tras no comer en varios días... Eso hizo que todos estén pensando en alguna solución, tras su recuperación tendria que reponer los días de falta y hacer dos horas más de ejercicio que los demás

Derek: No deberías faltar a todos esos ejercicios, podrían castigarte - miro al niño que caminaba a su lado - ¿Por el grupo aquél estás más feliz?

Takemichi: Al grupo los conocí hoy en la hora de ejercicio, cuando escape - lo miró con una sonrisa emocionada - yo estoy feliz porque estás tú y conocí al chico llamado Izana... Los quiero...

El mayor detuvo sus pasos al escuchar esas palabras, el pequeño azabache se detuvo de igual forma y giro para ver qué ocurría... Pero no espero que dos brazos rodearán su pequeño cuerpo y aquel oficial comenzará a llorar, solo voto por corresponder aquel abrazó con tanto cariño

Años más tarde
"2003"

Las puertas se abrieron liberando un pequeño azabache, este giro sobre sus talones y observó que el oficial Derek iba en su dirección... Rápidamente los dos se fundieron en un abrazó, seguro iban a extrañarse y se podía notar por las lágrimas que soltaba el niño

Aquellos cinco que ya estaba fuera del lugar, miraban con una sonrisa como este se despedía y le prometía al más grande comportarse mejor... Luego de aquella larga despedida se alejó, para ir hasta sus amigos y poder regresar a su hogar tras tantos años

Muto: ustedes dos realmente se tienen un gran apreció... - comenzaron a irse de aquél lugar y observó al menor - te aviso que eso es ilegal actualmente

Takemichi: ¿Que dices Muto-Kun? - su mirada estaba sobre el más grande, al instante se dio cuenta de que pensaba - ¡No nos queremos de esa forma! Más bien... Para mí es un padre...

Luego de tanto caminar tomaron sus caminos por separados, habían cosas que debían hacer antes de juntarse y seguir con su día grupal según ellos... El menor fue junto al moreno, ambos llegaron a una tienda de motocicletas y rápidamente un azabache mayor se quedó mirando al albino sorprendido

Luego de algunos minutos el moreno sonrió levemente en respuesta, aquél mayor sacó un cigarro de su bolsillo y se lo colocó en los labios para fumar... Rápidamente el menor le dio un gran codazo al moreno, este se encorvó un poco por el dolor y luego rió quitando sus cabellos blancos de su rostro

Izana: Shinichiro... Este es Takemichi, lo conocí en el reformatorio - sonrió y señaló la motocicleta del mayor - que te parece si damos un paseo?

El oji-azules entendió que tendría que quedarse allí, sin dar queja alguna dio unos pasos dentro de la tienda y pudo ver un rubio de cicatriz mirándolo un tanto confundido... Ambos mayores se subieron a la motocicleta para irse, el azabache observó al de cicatriz y dejó salir una ligera risa

Shinichiro: Inupi! ¿Puedes cuidar del pequeño un rato? - sonrió y saludo al dúo que miraba molestó - volveremos en un rato...

Cuando ellos se fueron el menor tomó asiento en el mostrador, rápidamente comenzó a ser regañado pero el rubio y solo giro la cara ignorándolo con un poco de interés oculto...

Angelito de la S-62Donde viven las historias. Descúbrelo ahora