Sung Jin Woo después de haber perdido a Cha Hae In por el tiempo el decidió vivir en soledad y viajando por el mundo hasta que conoció a una mujer en Japón que le hizo por primera ves detenerse en muchos años Inko Midoriya una chica viuda sin un hi...
Stain: mocoso tu planeas darme frente solo eres un mocoso más
Izuku: si pero uno que tiene en su poder la capacidad de matarte (invocando su espada con la que enfrentó a Igris)
Y en esa noche oscura y lúgubre, en un callejón estrecho y sombrío, dos figuras se enfrentaron bajo la pálida luz de la luna. Izuku, con su determinación ardiente reflejada en sus ojos, sostuvo su espada con firmeza mientras miraba a Stain, cuya bufanda ondeaba ominosamente en el viento nocturno.
Izuku, el joven monarca con un corazón lleno de valor y justicia, estaba decidido a detener los planes malignos de Stain, un espadachín infame conocido por su destreza letal y su desprecio por la autoridad y sus innumerables asesinatos de héroes.
Con un crujido metálico, las espadas chocaron, llenando el aire con chispas y el sonido de acero contra acero. Stain atacó con ferocidad, su hoja cortante buscando abrirse paso a través de la defensa de Izuku con movimientos rápidos y precisos.
Pero Izuku, alimentado por su determinación y su deseo de proteger a los inocentes que se encontraban a sus espaldas, se mantuvo firme ante el embate de Stain. Con cada golpe, buscaba una apertura en la defensa de su enemigo, cada movimiento calculado con precisión milimétrica.
La pelea continuó, un baile mortal en el que cada movimiento podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. Izuku esquivaba los ataques de Stain con agilidad, sus reflejos agudos como una espada afilada, mientras buscaba una oportunidad para contraatacar.
Con un giro rápido y calculado, Izuku logró desarmar a Stain, enviando su espada al suelo con un estruendo sordo. Con el corazón latiendo con emoción y determinación, Izuku levantó su espada en alto, la luz de la luna brillando en su hoja como un faro de esperanza en la oscuridad.
Stain, derrotado pero no vencido, miró a Izuku con una mezcla de admiración y resignación, reconociendo la fuerza y la valentía que había demostrado en la batalla. Con un gesto de respeto, inclinó la cabeza ante su joven oponente, aceptando la derrota con dignidad.
Así terminó la pelea en el callejón oscuro, con Izuku como el vencedor, mientras que entre las sombras un portal apareció dejando pálido al chico, ya que reconoció el color de aquel portal y a la persona que se encontraba saliendo de ese portal.
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Izuku: así que te dieron un cuerpo Antares.
Antares: así que el cachorro del monarca de las sombras me conoce.
Izuku: cómo no hacerlo.
Stain: tu quien mierda eres? (poniendose frente a Izuku) mocoso, tu eres un heroe verdadero yo soy una cosa, pero este sujeto, desprende un aura de muerte muy grande, toma a tus amigos y sal de aqui te dare el tiempo que pueda, vive niño ya que ganaste mis respetos.
Izuku: gracias por eso, pero yo soy igual de fuerte que él o eso creo
Stain: mierda que no escuchas (viendo la mirada del chico) esta bien, te ayudare heroe
