No comas la manzana (Alastor/Lucifer)

Capítulo 3

Nota: no saben cuánto adoro a esta pareja

Lucifer observó detenidamente la foto de su ex esposa, la amaba a pesar de todo ¿Por qué las cosas cambiaron?

Recuerda lo hermoso que fue su amor, a pesar de ser desterrados se tenían uno al otro, los dos se complementaban bien, ella era su todo, los dos fueron felices y de pronto la magia se fue.

Una lágrima se deslizó por su mejilla.

Lilith siempre le dolerá, solo Dios sabe lo mucho que la amaba.

— Perdóname Lilith — Ni siquiera sabe en qué se equivocó.

— ¡Papá! — Desapareció la foto de inmediato, limpio su lágrima justo cuando su hija entró a su oficina — ¡Tengo increíbles noticias!

Su princesa parecía emocionada, llevaba una carta en su mano.

— oh ¿Y qué es? — Se acercó a su hija con curiosidad.

— ¡Mamá volvió!

Lucifer no sabía que decir, su corazón palpitaba y fue como si alguien lo apuñalara.

— Es... — carraspeó  — Asombroso ¿Está aquí?

Charlie negó con la cabeza, Lucifer sabía que su hija adoraba a esa mujer, después de todo fue ella quien la crió.

— No, ella vendrá mañana dijo que quería ver el hotel

Lucifer se sintió aliviado, no sabe si soportará verla.

•••

Parecía que solo lucifer estaba de los nervios, los demás integrantes del hotel estaban tranquilos, como si no les importará a excepción de Charlie que no planeaba de crear planes.

Alastor apareció de pronto, parecía un poco molesto, se sentó cerca de la barra y busco a Husk quien parece no estar.

Últimamente desaparece mucho.

— Vaya parece que comenzó a apestar a carne podrida  — Habló Lucifer mientras se servía una copa de vino.

— Ja — Alastor entre cerró los ojos — Parece que puedes hacer cosas sin tu magia ¿Por qué no me sirves algo fuerte?

Los dos parecían odiarse, ninguno entendía la razón.

Desde el primer momento en el que se vieron sintieron algo, quizás enemistad o algo parecido.

— ¿Qué te hace pensar que yo te serviría a ti? Más bien no deberías servirme tu a mi

Ambos parecían estar estresados.

— Sería un placer majestad pero no creo que puedas con los tragos

Lucifer se sintió ofendido.

— ¿No sería al revés? — Orgulloso de sí mismo hizo aparecer distintos licores — Tengo mucha experiencia bebiendo y unos cuantos tragos no me harían nada

— Si estás tan seguro entonces... — Alastor también hizo aparecer algunos licores — veamos quién puede beber más

Vaggie observó a su suegro y pensó que era mala idea.

— Amor ¿No crees que deberíamos detenerlos?

Charlie observó a su padre, desde que llegó al hotel se ven vuelto un poco cercanos incluso la ayudó a reconstruir el hotel.

— No — Ella sentía que de alguna manera a su padre le agradaba Alastor — Mientras no peleen hay que dejarlos solos, vayamos a otro lado

Nifty estaba a punto de ir con Alastor, Charlie la cargo de inmediato y salieron junto a Vaggie.

Luego de media hora los dos demonios seguían bebiendo, Lucifer estaba un poco mareado y Alastor seguía bebiendo.

— Así que tú ex esposa viene ¿No?

El soberano del infierno gruñó, cuánto deseo poder verla y ahora que lo hará se arrepiente.

— No es de tu incumbencia

— Soy el administrador, tiene que ver conmigo — Para su mayor desgracia.

Ambos no estaban contentos con esa visita.

— Soy el nuevo administrador, mi hija ya tiene presupuesto para algo mejor

Alastor alargó su sonrisa, estaba molesto, no puede creer que haya llegado a acostarse con Lucifer, fue el peor evento de su vida y lo peor de todo es que lo disfrutó.

— Fue gracias a que yo creí en ella

De alguna manera Lucifer se sintió herido, quizás sea por el alcohol, se arrepiente de no haberla apoyado lo suficiente.

— ¿Sabes? No es fácil cuando tú esposa te separa de tu hija — seguía sintiéndose patético — no lo entenderías...

Por un momento la sonrisa de Alastor desapareció, sabe lo doloroso cuando la persona que más quieres desaparezca, aún recuerda con melancolía a su querida madre.

— Oh parece que su majestad cree que es el único con problemas pero... al menos otros tratan de arreglarlo

Lucifer gruño, observó con disgusto al demonio, si quisiera podría matarlo.

— ¿Qué tratas de decir? — Para lucifer nunca fue fácil superar su pasado — ¿Qué soy un pésimo padre?

— Si

— ¡No es fácil cuando tú propia esposa te quita a tu hija luego de tenerla! — No puede superar su pasado — a pesar de que... — decidió callarse cosa que llamó la atención de Alastor — No es fácil

Alastor sentía que tal vez podría aprovechar esta oportunidad para descubrir alguna debilidad de Lucifer o al menos de Lilith, parecía tan vulnerable.

— Si Charlie fuera mi hija yo habría peleado por quedarmela

Lucifer comenzaba a enojarse, sabe que él tiene toda la culpa, no peleó cuando la alejó, ni cuando ella decidió que su hija ya no le pertenecía.

— Ja ni siquiera tienes hijos y tratas de darme una lección, no me jodas, habla el demonio que se escondió mientras los ángeles atacaban — Ahora Lucifer atacaba con algo que le pegó en el ego a Alastor — Pero al menos yo los protegía a todos

Los cuernos del demonio comenzaron a salir.

— Bueno, si yo tuviera tu poder no la habría dejado sola desde el principio

Los dos se quedaron en silencio, no se atrevieron a seguir hablando, siguieron tomando hasta que todos en el hotel estuvieran dormidos.

— La primera vez que me separé de Lilith pensé que no volvería...~ — Los dos por fin habían caído bajo los efectos del alcohol — Me quedé solo mucho tiempo... Y solo volvió cuando me embarace~

Alastor probablemente no recordaría nada por la mañana.

— Tuvo que hacerse cargo de su hija~

— Su hija... — Lucifer se levantó de la silla — Si claro

Alastor comenzó a sentirse atraído por el olor del soberano del infierno, no importa cuántas veces lo huela, desea probar su sabor.

Están ebrios y probablemente no recordarán nada ¿Darle una probadita no será tan malo?

Alastor se paró detrás de Lucifer, olfateo su cuello tratando de impregnar su olor, el rey del infierno siempre fue un gran misterio.

Abrió su boca dispuesto a probarlo, sostuvo su cintura con sus manos.