𝐃𝐎 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐊𝐍𝐎𝐖 | 𝐊𝐮𝐫𝐨𝐨 𝐓𝐞𝐭𝐬𝐮𝐫𝐨

𝟐. 𝐒𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀

Habíamos entrado a una cafetería reconocida de la zona, según la investigación de Kath en el teléfono. Era temprano como para ir a un lugar a comer algo así que por mayoría de votos se eligió ir a una cafetería cercana, como ninguno sabía algo de por aquí optamos por que alguno buscará por el teléfono y eligiéramos a gusto cual nos parecía más cómoda armando una pequeña discusión entre Kuroo, Kath y Yaku que querían cosa totalmente distintas, con Kai intercambiamos mirada.

Suspiré y di un paso hacía ellos agarrando el teléfono de Kath y anotando una dirección allí.

En un momento mientras íbamos caminando hablaba con Enki por teléfono recomendando un lugar de antemano que había visitado hace tiempo asique decidí tenerlo en cuenta por si se armaba una disputa, de lo poco que vi durante las horas de entrenamiento; Yaku y Kuroo tienden a pelearse cada segundo por cualquier cosa, chocaban mucho en personalidad y gustos.

Mostré la pantalla el local junto con la dirección, teníamos que caminar un poco más pero no demasiado, solo algunas cuadras. A Kath le brillaron los ojos de entusiasmo al igual que a Yaku mientras miraban el teléfono, Kuroo lo miraba pensativo y Kai sonrió asintiendo con la cabeza como agradecimiento para calmar a aquellos gatos enfurecidos. No dije nada.

─Es una alternativa ─dije restándole importancia pero Kath ya me agarró del brazo rápidamente arrebatándome el celular de la manos y empezó a casi correr por las veredas poco pobladas.

─¡¡Vamos, vamos! ¡Es bonito y quiero ir! ─con una voz aniñada dio pequeños saltos de emoción, los de tercero soltaron una risa por la acción.

Caminamos entre una placentera charla hasta llegar a nuestro destino el cual logró sacar unas amplias sonrisas de los chicos. Una camarera al vernos nos saludó dándonos las bienvenida pero al verme a los ojos fijamente sus ojos se abrieron como platos acercándose de inmediato a donde estábamos.

─Joven Hirosaki, gusto en verlo en persona. He escuchado mucho de usted ─saludo formalmente con una reverencia leve, le hice un gesto con la mano tratando de advertir que no había necesidad de tal formalidad. Sabía que mi hermana había abierto la boca contando algo sobre mí o al menos me conocía por mi apellido.

Kath se dirigió casi corriendo a una de las esquinas libres donde un gran ventanal iluminaba aquella zona, la temática del lugar era algo retro como de los 90 o un poquito menos pero se daba a entender que era por esas épocas por la destacada decoración que había alrededor: pósters de famosos reconocidos, algunos vinilos pegados en las paredes de los artistas destacados de la época, una gran mesa de bar donde en las películas se solían pedir malteadas, un piano encima de un pequeño escenario donde solían tocar canciones de los 90, entre otras cosas que te hacía sentirte en el ambiente.

Sabía que a ella le gustaba está temática como a mí pero del resto no sabía hasta que Yaku empezó a sacarle fotos con tal efusividad que demostraba que le había gustado el ambiente al menos.

Cuando nos sentamos en la mesa seleccionada por Kath, la misma chica que nos recibió nos extendió el menú donde había una gran cantidad de productos para todos los gustos; café amargo, lágrima, chocolatada, submarino, latte, leche, mate cocido, lo que sea y así de variado era con el tema de los postres.

Discutimos sobre que pedir, Kath estaba indecisa así que me acerqué a ella para ver el menú y ayudarla. Con la punta de mi dedo le recomendé que pidiera un licuado de frutas con un trozo de pastel de cerezas, su fruta favorita. Los chicos nos miraban intrigados.

─Perdón por la pregunta tan repentina pero ¿ustedes son pareja? ─Kai preguntó.

Kath y yo nos miramos a la par y nos reímos a carcajadas por la ocurrencia.