Hay Amores que Matan

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Érase una vez...

No, mi querido lector, esta historia no comienza así. Es un relato de un amor puro y hermoso, pero con un giro repentino. No puedo afirmar como escritora si esto es un caso extremo de bipolaridad o simplemente el destino jugando sus cartas misteriosas.

Él, un chico risueño y alto, simpático para todos y conocido por doquier. Ella, una chica nerd, migrante y de pocos amigos, con pocas ganas de estar en el aula de clase. Cuenta la leyenda que, por suerte del destino, tuvieron que trabajar juntos en un proyecto, y así quedaron emparejados durante todo el ciclo escolar. Un viernes, trabajando en una actividad monótona, él —dicho sea de paso, había sido asignado como representante de su aula—, decidió no callar más a su desgraciado corazón.


Canción: Aprender a Quererte - MORAT


Lo que siguió fue una declaración de amor tan pura y exquisita que ella jamás pensó recibir. Atónita, no supo cómo responder, a pesar de que Cupido había jugado con sus flechas desde que se vieron por primera vez. Esperó al lunes para, a través de una carta —que transcribí al principio de dicha obra—, expresar sus sentimientos y dejar la decisión plenamente en sus manos.

En los días que siguieron, se convirtieron en amantes, no en el sentido tergiversado de la palabra en la actualidad, sino oficialmente en novios. Sin embargo, la felicidad duró solo cuatro meses. Fue la primera vez que decidieron separarse, ella se fue, él no la siguió. A pesar de esto, seguían amándose. Lucharon durante un año y algunos meses, sin éxito —mencionaban cuando alguien tocaba el tema—. El destino los unió de nuevo; un día, durante la rutina de agobiantes clases, la tutora les hizo una propuesta inesperada: participar en un evento musical importante que se llevaría a cabo en el escenario del propio colegio. La noticia fue emocionante y desafiante al mismo tiempo. La suerte o el karma, les había impuesto esto.

...Los ensayos fueron más que un desafío musical. Cada acorde resonaba con la historia complicada de su amor. Las miradas furtivas y los roces accidentales avivaron las llamas que creían extinguir. Pero, como en toda buena trama, no todo era tan sencillo. Fue durante un día lluvioso, cuando la música de MORAT envolvía la habitación, que decidieron enfrentar la verdad. Entre lágrimas y confesiones, descubrieron que su amor no era solo una casualidad, sino una elección consciente. Y así, lo intentaron de nuevo...


Canción: Primeras Veces - MORAT


Llegó el día del evento, los fuertes destellos del cálido sol iluminaban el escenario, y los nervios se mezclaban con la emoción. Juntos, frente a sus compañeros de clase y profesores, decidieron compartir no solo música, sino también sus sentimientos el uno al otro. La audiencia se sumergió en la magia de su conexión, aplaudiendo con entusiasmo.

La historia de su amor florecía en ese escenario. Con el evento superado con éxito, se sumergieron aún más en su relación. Cada día se convirtió en una aventura compartida, con risas, apoyo mutuo y la promesa de un futuro luminoso. Los días se llenaron de pequeños momentos significativos: paseos al atardecer, nuevas miradas, escapadas improvisadas, y el descubrimiento compartido de nuevas pasiones. En medio de todo, una banda sonora amada por ambos, que embellecía cada instante. Pero como en cualquier gran novela, la trama da un giro. Un nuevo obstáculo amenaza su felicidad.


Canción: ¿A dónde vamos? - MORAT

Hay Amores que Matan: Otros te Reviven...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora