Una mirada y mi corazón se detiene. | 𝗘𝗿𝗲𝗺𝗶𝗻 |

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El viaje en autobús transcurre relativamente sin incidentes como era de esperar, y Armin juega con su teléfono para pasar el tiempo. Envía un aviso tanto a Eren como a Mikasa para hacerles saber que está en camino, pero solo recibe una respuesta de Mikasa, quien simplemente le envía un mensaje críptico que no contiene nada más que un emoji guiñando un ojo y un demonio. Suspirando, decide no insistir en el significado detrás de esto; Probablemente se esté burlando de él otra vez. Se desploma en el incómodo asiento y se desplaza por el subreddit en busca de animales lindos y cada vez se topa con una foto de un lindo gatito; tiene que tragarse el impulso de enviárselo a Eren.

Diez minutos más tarde, el autobús finalmente llega a su destino y casi se siente un poco perdido cuando se baja en la parada. El complejo de apartamentos de Eren y Jean está en la dirección opuesta a su propia casa, así como a la Universidad, lo que significa que no está familiarizado con el área, pero aun así logra encontrar su camino gracias a un mensaje de texto extendido que Eren le envió con instrucciones anteriormente.

Por supuesto, tienen que vivir en el último piso de un edificio de cinco plantas sin ascensor. Armin frunce el ceño ante el letrero de fuera de servicio mientras pasa junto a él, aventurándose a subir las escaleras, y cuando llega arriba sus mejillas están sonrojadas por el cansancio y respira con dificultad. Después de tomarse un momento para recomponerse, empuja con cautela el timbre y espera que Mikasa abra la puerta.

La puerta se abre, casi golpeándolo en la cara, y ahí está Eren, luciendo tan hermoso como siempre. Todo lo que Armin puede hacer es disfrutar de verlo vestido con pantalones deportivos negros y una camiseta gris holgada con un corte demasiado bajo y estampado con un motivo de piña descolorido que es extrañamente adorable. Hay tanta piel visible en exhibición, cada parte se ve lo suficientemente buena como para comer, y Armin no está seguro si quiere reír, llorar o babear, o todo lo anterior.

Es muy consciente de que está boquiabierto, pero por primera vez Eren le devuelve la mirada con la misma intensidad con una expresión ilegible en su rostro. Armin se reprende mentalmente por volver a ser espeluznante y rompe el silencio entre ellos con un tímido saludo.

"Hola", dice, con la voz amortiguada por su bufanda infinita, pero el sonido de su voz aún logra sacar a Eren de lo que sea que esté reflexionando dentro de su cabeza.

"Estás usando gafas", suelta, afirmando lo obvio, luego se aclara la garganta cuando su voz sale demasiado aguda.

"Estoy", responde Armin sin convicción, tragando saliva y subconscientemente levanta una mano para juguetear con sus gruesos cuerpos. "A veces los necesito cuando veo televisión durante mucho tiempo. ¿Se ven raras?"

"¿Eh? De ninguna manera", dice Eren con una ligera risa, levantando una mano para rascarse la nuca con torpeza. "Yo diría que en realidad es todo lo contrario. Te ves genial".

Una temblorosa risa de alivio cae de los labios de Armin, su rostro se vuelve más cálido cuando nota el brillo rosado que también adorna las mejillas de Eren.

Eren se aclara la garganta nuevamente y le hace un gesto a Armin para que lo siga adentro.

"Lo siento, ¿quieres entrar?" pregunta, y debe haberse dado cuenta de lo tonta que es la pregunta porque deja escapar una risa tímida mientras se hace a un lado para darle a Armin algo de espacio para pasar por la entrada. Después de todo, no es como si Armin hubiera venido hasta aquí para pasar el rato en la escalera toda la noche.

Armin se ríe suavemente, el corazón late salvajemente en su pecho anticipando ver la casa de Eren con sus propios ojos.

Cuando Eren se inclina para cerrar la puerta detrás de ellos, Armin percibe un olor a desodorante mezclado con un leve aroma a champú y algo más que no puede identificar exactamente, pero no le importaría ahogarse en este olor por el resto de su vida. Casi lo marea y casi se cae mientras se quita las Converse.