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Jayne

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Jayne

—¡Tía Rose!—exclama Jaqui sonriente al verla—por fin nos viniste a ver.

Jaqui abraza la pierna de Rose y ella se agacha para abrazarla para finalmente cargarla. Los 3 días se me fueron tan rápido trabajando que ni siquiera los sentí y ahora que veo a Rose frente a mi me doy cuenta de ello. Habíamos venido por ella al aeropuerto como siempre lucia radiante.

Había pintado su cabello color rojizo y se había hecho unas ondas que hacían que su cabello resaltara con un poco de volumen. Estaba diferente a la última vez que la habíamos visto por lo menos a ella le sentó bien irse a otro país.

En realidad no había pasado mucho tiempo sin verla, solo habían pasado 5 meses desde la ultima vez que habíamos salido. Claro que había sido en la ciudad anterior en la que estábamos y la última vez que la vimos solo había ido un fin de semana a diferencia de esta vez que se quedaría 1 semana completa.

Rose se había ido a estudiar los negocios en corea con la agencia que sus padres tenían allá, habían decidido que era la mejor elección después de estar tratando de llevarla para otros lados. No habíamos tenido mucho contacto ya que las 3 estuvimos muy ocupadas pero para ella esto era como si tuviera sus vacaciones por fin.

Ella venía de copiloto en el auto mientras yo manejaba y Emma estaba detrás con Jaqui.

—Diganme que tenemos planes para hoy quiero beber un poco y salir, estuve mucho tiempo encerrada en Corea.—hace una mueca—odio pensar en que regresaré pronto.

—Pues el plan no es beber por lo menos no en un bar pero si tenemos algo planeado para salir.

El plan de Emma era ir a comer a un lugar para que Jaqui también pudiera ir con nosotras, estaba más que claro que no la llevaríamos a un bar con nosotras y las razones eran obvias.

—¿A donde iremos? ¿A un antro?—pregunta Rose.—no me vendría nada mal.

—¿Como piensas que iremos a un antro con Jaqui?—me detengo al mirar la luz roja y la miro—Ella no va a ser una borracha como su tía.

—¿Te estás diciendo borracha a ti misma? Porque eso es lo que estás dando a entender yo soy una mujer pura sin una sola gota de alcohol.

—¿Eso piensas? Recuerda la última vez que nos vimos como llegaste a la casa donde nos quedábamos, ella misma te vio vomitar.

—Si y me dio mucho asco—una voz chillona se escucha al fondo—Aunque la tía Jayne también ha hecho eso.

Algunas veces que llegué a beber con los de la universidad si me ponía muy mal al llegar por las mañanas tenía la mala suerte de que me estaban esperando o estaban en la sala de estar y llegaba casi vomitándome a mi misma. Es algo que me prometí ya no volver a hacer desde que nos mudamos aquí, debía dejar de beber tan seguido. O por lo menos moderar la manera en la que lo hacía.

Tú, mi presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora