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Megumi no era un Omega normal, a diferencia de ellos el no tenía un aroma propio ni emitía feromonas y si lo hacía eran difícil de controlar, incluso nunca tuvo su primer celo. Lo llevaron con muchos ginecólogos para encontrar el motivo de esos sucesos pero, al final lo diagnosticaron como un "Omega defectuoso" y de cerlo para el sería muy difícil encarjar con los demás. Tal vez es por eso que le fue imposible hacer algún amigo dentro de la escuela, lo fue, incluso ahora en preparatoria.

Su hermano lo tenía todo, Megumi era lo contrario a él, aunque a ambos se criaran por igual Ritsu siempre fue más bonito que Megumi, en kinder era el niño más creativo según sus maestros todos los dibujos, manualidades que hacia eran perfectos en cambio él tenía que mejorar su dibujo y imaginación. En primaria tenía la mejor letra del salón incluso leía bien para su corta edad, Megumi también era muy inteligente si, pero nunca valoraron su talento natural. En secundaria estuvieron en salones diferentes; sin embargo Ritsu seguía destacando por su belleza y lo sociable que era. Megumi ganaba diplomas si, pero eso a nadie le importa más que a él mismo, cada día se esforzó por mejorar y ser un buen estudiante. Nunca les dio problemas a sus padres y eso era algo que ellos admiraban, Ritsu en cambio solía saltarse clases, sus calificaciones eran normales porque sus padres nunca le exigieron más para que no tuviera que compararse nunca con su hermano menor, pero la gente lo hacía, al igual que su hermano quien en varias ocasiones le dijo algo como "deberias arreglarte un poco más" "si te cuidarás la piel tendrías menos granitos" o "deberías ser más sociable, así nunca encontrarás a alguien que te quiera de verdad" Megumi llegó a tomarse enserio sus palabras pues era cierto que no se cuidaba del todo su piel y siempre le gustaba usar ropa negra o muy grande pero, ¿Porqué tenía que cambiar su forma de ser para agradarle a alguien? Eso es lo que no acababa de entender.

No cambiaría lo que era y eso lo sabía muy bien.

-!Megumi! El desayuno está listo-avisó el albino mayor desde la cocina.

-en un momento bajo-habló el menor, termino de guardar sus cosas junto con la chamarra limpia.

Se colocó su mochila y bajo de las escaleras para ir a la cocina donde sus padres lo esperaban, Ritsu llegó detrás del aún a medio despertar.

-Buenos días-habló Ritsu con una sonrisa, saludo al albino quien estaba sentado desayunando. -Megumi, que sorpresa, creí que te perderías anoche con eso de que me abandonaste y preferiste irte...-sonrió con burla.

-Ritsu, no es para burlarse, lo dejaste ir solo. Megumi merece una disculpa de tu parte-lo reprendió Satoru.

-le dije que volveríamos juntos, no es mi culpa que allá tomado esa desición tan necia de irse-Ritsu se cruzó de brazos molesto.

-!Aun así debiste detenerlo!-

-Por favor, ya no discutan. Es cierto que fue mi culpa, yo me quise ir por mi cuenta, Ritsu no es responsable de nada...-

-Aun así, son hermanos, deben de estar juntos y llevarse bien. Prométeme que no se repetirá esto-les dijo a ambos.

Ambos asintieron, poco después Satoru los fue a dejar a su escuela, ya que su trabajo quedaba cerca de ahí además que se turnaba con su esposo para llevarlos pero, Satoru era quien más lo hacia con regularidad pues su padre casi nunca estába en casa.

-!Ritsu!-se acercaron dos jóvenes alfas al albino, empujaron a Megumi que estába a su lado.

-Nos vemos, Megumi-se despidió Ritsu, después se fue con ellos a su salón.

Megumi camino a su salón cuando su hombro golpeó por accidente el de otro joven.

-Oh, eres tú-habló el joven azabache cuándo se volteó a ver de quién se trataba.

♡sonsuzluk♡ SukuFushi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora