𝟎𝟎𝟐

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"¿𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅? ¿𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒅𝒆 𝒅𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒔? "

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Metal bat, vio acercarse a aquel hombre fornido, peliblanco, con cuerpo robusto, piel limpia y ojos dorados, sonreía con un toque de malicia, una sonrisa que no te dan confianza, no se veía emocionado, parecía que se burlaba

Vio acercarsele paso a paso, mientras la distancia era menos más fuerza era la que Badd aplicaba en su bate, gruñendo sutilmente con una voz ronca, viendo a los ojos a aquel que era por lo menos una cabeza más alto que él, no le imponía, su espíritu era inquebrantable, dio un pasó hacia atrás intentando no mostrar como si de huir se estuviera tratando.

No sería el primero en recibir un golpe, no se podía dar ese lujo, sujetó su bate y con su vista borrosa y sus ojos entrecerrados se dispuso a golpear a su contraparte.

El cuál esquivaba fácilmente los golpes aun estando en un estado poco favorable.

Sabía Metal Bat que no estaba dando lo mejor de , sentía escalofríos recorrer su espalda.

Torpemente solo podía atacar y atacar hasta que los brazos se le cansarán, claro que no fue muy efectivo.

Badd era inteligente, pero en un combate pensaba con los músculos y no con la cabeza, su don era la fuerza bruta y en lo único que podía confiar en este momento.

Trago saliva y antes de volver a atacar, recibió un golpe fatídico y certero en la mejilla, voló hasta chocarse con un sillón, vio al más alto con una notable rabia que ardía como fuego en leña.

Por otro lado el peliblanco no hacia nada más que reírse, burlarse, sabía que Metal bat era mil veces mejor que eso, que lo que le estaba mostrando.

-- Oh..Ah...¿Porque los Clase S son tan mediocres? Creí que cazar héroes sería más entretenido, ya veo que la asociación acepta a cualquier bichito raro --

El pelinegro gruñó antes las palabras y volvió a abalanzarse contra el peliblanco, sabía que iba perdiendo, pero no sabía que perdería, su mismo orgullo no lo hacía saber, si seguía peleando acabaría muy herido, y no tenía el dinero para pagar otra cuenta de hospital.




...





...

Pasaron varios minutos que afortunadamente no se convirtieron en horas, el pelinegro estaba jadeando pesadamente en una esquina de aquella pequeña cabaña, de peliblanco en aparente perfecto estado de otro lado, viendo atentamente al pelinegro.

ℎ𝑜𝑠𝑝𝑖𝑡𝑎𝑙 (𝐵𝑎𝑡𝑎𝑟𝑜𝑢) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora