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—Ha pasado una semana y ni siquiera han encontrado la puerta al jefe… —Escuché casi quejarse a Yeonjun.

—No nos lo iba a poner tan fácil— Empecé a untar el panecillo qué tenía con mil de abeja y mantequilla.

Una combinación rara, pero el sistema del juego no era exacto con respecto a los sabores, lo fuí descubriendo probando cosas que cazaba y materiales de pociones.

—Ten— Le envié una unidad de esa mezcla. — ¿En serio? — Preguntó anonadado. —Tú confía— Le indiqué, haciéndolo y probando. —Sabe a mantequilla con ajo— Dijo el al probarlo. —No creo que lo arreglen, pero aquí los sabores son muy raros— Le indiqué.

—Ten— Le envié una unidad de todas las pociones que tenía creadas. — ¿Pociones? — Empezó a verlas todas mientras comía. —Descubrí que si te las tomas, aún en combate no se desactivan, solo lo hacen si te golpean o te toca un enemigo— Le indiqué, —Va a estar difícil que les de buen uso, soy el tanque de mi equipo— Indicó, mirando ambos al pequeño asentamiento rústico donde habíamos acordado reunirnos.

—Tú encargado del daño le dará buen uso— Intenté buscarle la utilidad. —Ven con nosotros— Pidió.

Le mostré mi interfaz, luego mi perfil. — ¡¿nivel quince?! — No entendió aquello. —Ustedes se tienen que repartir la experiencia, yo no— Expliqué rápidamente.

—Eso explica el porqué todos somos niveles diez aún— Habló para el solo.

—Además yo he estado cazando monstruos y recolectando cosas veinte horas todos los días— Revelé, sabiendo que me iba a ver mal.

—No me veas así— Lo miré de reojo. —Estoy creando una guía de pociones y monstruos con otros beta testers— Indiqué.

—Habría pensado que te guardarías eso para ti— Le dió otra mordida al panecillo. —Lo haría si no nos jugáramos la vida aquí— Respondí.

—Ten— Le envié una esencia de rábano. Ya me había ganado su confianza, así que se la untó a su panecillo.

Al morderlo puso una cara extremadamente graciosa, aquello era equivalente a jugo de limón puro sin azúcar.

Duró quizá diez minutos persiguiendome hasta cansarse.

—Te voy a enviar una muestra de todo lo que he comprobado que sabe bien— Le dije mientras estaba hiper ventilando, siendo un estado de la fatiga aquí.

Volvimos caminando a donde estábamos. —Creo que quiero liderar el combate contra los jefes— Dije viendo al cielo. — ¿Estás loco? — Cuestionó. — ¿Quién lo hará si no? — Lo miré.

Se acercó a susurrarme. —Yo me quedé en la ciudad el primer día, estaban culpando a los beta testers por no calmar la situación y guiar— Volvió a estar en su posición.

—Pero si estamos haciendo una guía… — Dije sintiéndome mal. —Lo sé, pero no todos lo saben aún, piensan que ustedes solo salieron disparados para los objetos raros y misiones importantes— Aquello era muy verdad en mi experiencia, sintiéndome aún más mal.

—Es muy admirable que quieras ir de frente aun pudiendo morir así de fácil— Me puso la mano en el hombro al verme más decaído.

—Han muerto unos mil ya, mayormente por inexperiencia— Reveló, sin saber como tomarme ese número.

Me levanté inmediatamente. —Tengo que seguir con mi guía— Saqué varias pociones, empezando a tomarlas. —Esto es ir con todo a la velocidad— Me puse en posición, saliendo disparado, viendo a Yeonjun ya a lo lejos viéndome sin más.

Otra semana más había pasado, ya la guía finalmente estaba publicada y distribuida por todo el piso, ahora el problema eran los recolectores, teniendo buen almacenamiento de pociones, pero sin saber si las suficientes.

— ¿Ya lo sabes? — Uno de los beta testers se acercó a mi mientras veía el cartel de moustruos problemáticos de un pueblo alejado. — ¿Felix? — Lo miré, te conociéndolo de inmediato. —Descubrieron la puerta del jefe. Lo miré incrédulo. —Está debajo del lago, un grupo estaba combatiendo con un bicho gigante y por los golpes abrieron el piso y se veía la puerta— Indicó.

—No conocían que esa era una puerta y entraron, solo uno sobrevivió, por eso sabemos su ubicación— Reveló, sentándome mal por ellos.

—Si solo hubieran leído la guía… — Al parecer no era el único con mal sabor de boca.

—Harán unos grupos mañana para intentar matarlo y pasar al siguiente piso— Me indicó, dándome además la dirección.

—Nos vemos, tengo que subir un nivel más para mañana— Se dió la vuelta, yéndose con un afiche de los del cartel.

Yo tomé otro, yendo en dirección contraria.

Tenía conocimientos de que era el de mayor nivel de momento, pero ni aún así podía con un jefe solo, eso quizá lo podría hacer cuando fuera nivel máximo contra el del primer piso a lo mucho.

Antes de darme cuenta estaba regresando con la piel del lobo gigante que tenía que cazar.

Pagué una habitación en la posada, empezando con mi máximo de fabricación de pociones posibles, aumentandolas de nivel en el proceso.


[Piso 1]
[14 de noviembre del 2031]

El Infierno de Las Espadas - Mina & Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora