'El regreso del cóndor causa el aleteo del ave roja'
🪶🍒Bien dicen que los seres más pequeños atesoran una ambición muy grande, y que dicha ambición es subestimada hasta que ya es muy tarde.
Bolivia siempre quiso grandeza y poder, pero nunca pensó que ello demandaría el sacrificio de estar separado de su hermano, el único ser al que apreciaba en este mundo, durante mucho tiempo.
Cuando los que decían llamarse sus otros hermanos le quitaron todo: su territorio, sus soldados, su mar, etc.; decidió que jamás sería humillado de nuevo. Desapareció y se escondió con una nueva resolución en mente: cuando vuelva lo dominará todo y a todos.
Ahora, tras 200 años “muerto”, como todos los países pensaban que estaba, no se imaginó que la primera persona con la que se reencontraría sería su aliado caído en la Guerra del Salitre; Perú fue la primera víctima de su ira.
A los ojos de Bolivia, todos adoraban a Perú. Y eso era un problema. El pequeño Bolivia no estaba dispuesto a compartir el amor de un ser tan hermoso con sus codiciosos y egoístas hermanos, mucho menos después de la Independencia, dónde técnicamente ya no estaban emparentados como colonias españolas. En esa época, desesperado por atar de algún modo los lazos con su hermano, decidió hacer un pacto secreto: el Tratado de la Alianza Defensiva, pacto que Bolivia usaría para enfrentar a Chile en la Guerra del Salitre. ¡Bendita decisión! Ese pacto, dañaría la relación de Perú con el resto de países, y sobre todo con Chile, fragmentándola por completo. La discordia invadió a los países del cono sur.
Cuando Bolivia vio la imagen de su hermano perfecto rota, todo su mundo se derrumbó; se sintió culpable por orillarlo a esos extremos. Y, después de haber decidido esconderse por un tiempo, descubrió que la compañía de Perú le hacía más falta de lo que creía; fue entonces que entendió que estaba enamorado de Perú desde hacía siglos. Tal vez desde la época en el que los imperios reinaban, cuando Tiahuanaco y Wari, estaban aún vivos.
Los inviernos pasaron. Las estaciones cambiaron lo suficiente para que la amargura se disipara, para que todos olvidasen cómo era Bolivia y dejasen atrás ciertos rencores. Nadie se esperaría que Bolivia, queriendo redimir sus acciones, volvería y recuperaría todo lo que perdió y creía que era suyo. Empezó por su territorio, recuperó sus playas y sus costas. Fue estratégico y no se aventuraba al campo de batalla a menos de que fuera estrictamente necesario; por ello, no se había encontrado cara a cara con alguno de sus hermanos. Ese día salió para calmar el impaciente deseo de tenerlo todo de nuevo, agarró su caballo y cabalgó por territorio enemigo; aprovecharía explorar el terreno.
Sería poco decir que estaba sorprendido cuando en su breve paseo encontró a su amado en la orilla del río, agazapado como una presa bebiendo agua. No bastó su fuerza de voluntad para vencer el deseo de llevárselo a su fortaleza y encerrarlo, asegurando que siempre estarían juntos. Sus fantasías fueron interrumpidas cuando Perú se acercó a él con duda, sus ojos a punto de romperse en llanto. Escuchar su nombre salir de esos suaves labios después de mucho tiempo fue simplemente delicioso. Pero su buen humor se esfumó cuando esa persona le dijo que desista, ¿la persona por la que volvió le decía que renunciará a sus sueños?
Bolivia sonríe, ¿cómo podría hacerle caso siendo él ahora la persona que era?
Sin esperar mucho y sentado aún en el caballo, embistió su espada en el pecho del otro. No permitiría que nadie le dijese qué hacer. La sangre salpicó y asustó al animal, obligándolo a bajar de este.
Caminó hacia su hermano, quien estaba de rodillas, respirando con dificultad. No apuntó a ningún órgano vital, pues no quería hacerle un daño real.., solo quería causarle dolor. Giró la empuñadura e introdujo la espada hacia lo más profundo. Se escuchó un grito espantoso, y jadeos irregulares. La hoja de metal silbó al separarse de la carne con rapidez.
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El cóndor quiere un collar de plumas rojas
FanfictionNadie creería que el tiránico emperador del vasto imperio "América Sur" fuese alguna vez un país inocente e ingenuo, víctima de las constantes burlas de sus hermanos mayores. Y es que, cuando Bolivia regresó mucho tiempo después de la guerra del Sal...