Skyfall | Carlisle Cullen

17. Dejar ir

Conoció a la mayoría de los Weasley el primer año que fue a Hogwarts. La amable matriarca los guió para poder cruzar al andén 9¾ y una dulce pelirroja les deseó suerte. Una vez arriba del tren, un niño de su edad se presentó como Ron Weasley; congeniaron de inmediato, a pesar de que no le agradó la forma prejuiciosa en la que hablaba.

Después de que el sombrero seleccionara a su hermano en Gryffindor ella estaba aterrada; nunca se había separado de Harry. ¡Slytherin! Fue lo que el sombrero gritó cuando llegó su turno. Quiso hacer contacto visual con su hermano, pero un par de ojos oscuros aparecieron en su visión.

El resto del banquete, los ojos verdes y negros no dejaron de buscarse. Y al día siguiente tampoco. Y al siguiente. Y siguió así hasta que su hermano los presentó. Fred Weasley, el niño del cual no podía apartar la mirada.

Se hicieron amigos y al poco tiempo conoció a su gemelo, George Weasley. El dúo le agradaba, algunos descansos los pasaba con ellos, riendo por sus bromas o sonrojándose cuando Fred la veía de más.

Percy Weasley fue el último en conocer ese año, aunque no de la mejor forma. Accidentalmente se tropezó con él y lo hizo caer por las escaleras. "Es una slytherin, lo hizo a propósito", los gemelos la defendieron de tal acusación, argumentando que eran amigos y la conocían mejor que él.

A partir de ahí no fue mucho de su agrado.

El siguiente año conoció formalmente a los señores Weasley, luego de que Ron y los gemelos llegaron a su rescate en un auto volador.

Molly Weasley la recibió con los brazos abiertos, encantada de conocer al alma gemela de uno de sus hijos. Fue la primera vez que Heaven experimentó un abrazo maternal que casi la hace llorar.

Arthur Weasley fue el siguiente, su amabilidad se comparaba con la de su esposa, atento a lo que ella y su hermano necesitasen. Abriéndoles la puerta de su casa sin pedir nada a cambio.

Su favorita (sin decirle a Fred) fue la única hija del matrimonio. Ginny Weasley era risueña y sociable, aunque la invadían los nervios cada que Harry se encontraba cerca. Estuvo tan preocupada por ella en su segundo año que no dudó en ayudar a su hermano y Ron para rescatarla.

Y así pasaron los años, su parte favorita era pasar tiempo con Fred durante las vacaciones, después de que la señora Weasley le explicara lo que eran las almas gemelas.

En cuarto año conoció a los dos Weasley restantes.

Charlie Weasley y Bill Weasley, ambos la trataron como a una hermana más. Incluso estuvieron cuando, durante el torneo de los tres magos, las familias de los participantes pudieron visitarlos. Charlie compartía su gusto por los dragones, informándola sobre todos los tipos, cuidados e incluso las pociones que podían realizarse a través de ellos. Bill era realmente talentoso con los hechizos, les aconsejó a su hermano y a ella sobre algunos que podrían servirles durante el torneo.

Los integraron como parte de su familia, Heaven llegó a pensar que lo hicieron porque Ginny y Harry eran almas gemelas, al igual que Fred y ella.

Pero ellos murieron. Y la familia de pelirrojos nunca la dejó sola.

Así que no fue una sorpresa el tener a la matriarca junto a ella, sosteniendo sus manos y viéndola con ojos comprensivos.

Los demás se esparcieron por la sala. Arthur y Percy en el sillón de a un lado juntos, el menor imitando la pose de su padre. Ron y Charlie colocaron unos cojines en el piso, cerca de ellas, mientras que Bill y George se sentaron en la mesa de centro, agradecía que fuera de madera o su padre ya hubiera pegado el grito en el cielo. Ginny ocupó un lugar a su lado, en el apoyabrazos.