Me cae mal el elitismo

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Si han leído los recientes anuncios en mi perfil, ya tendrán una leve idea acerca de qué va esto. En caso de no haberlo hecho, les sugiero leer los anuncios referentes a mi participación en un recital, para tener un mayor contexto.

Esto simulará ser un artículo de opinión. Trataré de redactar y pulir en lo posible para su mejor comprensión, pero seguro no estará libre de modismos y berrinches. Porque vengo a quejarme y las quejas se interpretan como berrinches desproporcionados. Bue, procedo.

Antes de empezar, aclaremos un punto: ¿a qué me refiero con elitismo? La palabra en sí hace referencia a un grupo minoritario de personas pudientes, cuyos gustos sirven de base (wikipedia) para definir qué es y qué no es arte, y la autoridad que estos ejercen al aceptar o rechazar artistas. Ahora eliminemos lo de pudiente, porque es Latinoamérica y no hace falta ser pudiente para ser un elitista con el arte. Por tanto, los elitistas del arte tampoco son una minoría. 

Es decir, elitistas son aquellas personas que basan sus gustos en el criterio de personas pudientes (ricos ya fallecidos, en su mayoría) y se creen con el derecho de aceptar, definir y rechazar el arte; estos aceptan los movimientos que ya fueron validados por los expertos, académicos y estudiados de clase alta (alguien de clase baja no puede pagar ni darse el lujo de vivir del arte) y rechazan todo aquello que se aleje de lo tradicional. Siendo lo tradicional, en el caso de la poesía, la métrica, rima y "escritura culta" (entre comillas, porque sigue siendo un concepto vago para mí).

El elitismo es clasista. Y sí, los pobres también podemos tener un pensamiento clasista. No estamos hablando de eso, pero considero necesaria la aclaración.

Esto nos lleva al siguiente punto: la poesía tradicional. Quienes llevan tiempo siguiéndome, sabrán que tengo cierto... prejuicio y desagrado hacia esta. Cuando le dices a alguien más que escribes poesía, seguro pensará en esa poesía compleja, llena de palabras rebuscadas y difícil de entender, por eso solo es apta para gente culta y con cierto nivel de estudio. La noción popular, es que la poesía es pretenciosa y, quien la escribe, también lo es. Lo otro que pueden llegar a pensar es que el poeta es alguien muy sensible, mucho se queja y no agarra la pala. Ahí van dos prejuicios de los cuales, bueno... yo también he sido parte. 

Soy parte de ese pensamiento, me resulta muy difícil presentarme como poeta porque no me agrada la idea de que me consideren llorón, débil y arrogante. Y en ese párrafo no he hablado de la poesía tradicional, he hablado de su estigma. Porque mi pleito no es con la poesía, sino con los prejuicios que me han impuesto, esos que llevo arraigados en la mente y son bien chungos de quitar. Como chicle en un día de calor, no se despega y da asquito.

Y bueno, ha sido un desafío ir cambiando mi forma de pensar. He dado pasos chiquitos pero ahí vamos. Entonces, como yo he cambiado, me siento con la superioridad moral para señalar este problema del cual también fui parte, porque me emputó antes, me jode ahora y me hará rabiar en el futuro. Porque el verdadero problema de todo este asunto se resume en una palabra:

 I M P O N E R S E

o medir quien la tiene más grande, pa quienes disfrutan del lenguaje vulgar como yo. (¿Voy a usar encabalgamiento en un disque artículo de opinión escrito en prosa? Sí, ahuevo que sí).

Desde tiempos ancestrales, el humano adulto le ha dicho al humano chiquito: "tu pensamiento vale pito porque te falta experiencia y nada has vivido". Y el humano chikito le responde: "¿ah, si?" y procede a ir haciendo un huequito en el sistema hasta volverse humano adulto, entonces se vuelve él quien le dice al próximo humano chikito: "tu pensamiento vale pito". Es la milenaria tradición de imponer el pensamiento y no dar el brazo a torcer, también conocida como "ver quién la tiene más grande" entre personas con experiencia y jóvenes que empiezan a descubrir el mundo.

EL PUNTO ES, que de nada me sirve a mí que intentes enseñarme algo, por más que lo valores y lo consideres fundamental para la vida o el arte o ambos, si tus métodos solo harán que tus enseñanzas me desagraden. 

Hagan de cuenta que les dan un jugo de naranja y les dicen "este es el único jugo que existe", entonces pasas tomando jugo de naranja todos los días, hasta que te hartas. Un día preguntas "¿realmente es este el único jugo que existe?" y te responden "sí, solo existe este". Pasa el tiempo, alguien te da una limonada. Le pones mala cara porque no es jugo de naranja pero igual lo bebes. El sabor es similar pero tiene algo distinto, algo diferente: no es jugo de naranja.

Yo sé que las personas mayores fueron criadas de forma distinta y, por ende, sus gustos y desagrados difieren con los míos. Por eso mismo hay jóvenes de mi edad que siguen perpetuando ese comportamiento nocivo al imponer una forma de pensar. Ellos creen tener la razón y por eso te lo quieren hacer ver de manera tan insistente. No hay empatía, en ningún momento se paran a pensar si lo que hacen es correcto o no porque hay mucha literatura e investigación que los valida. Hay muchos años de romanticismo, modernismo y etcétera que les da la seguridad de decir "tengo razón porque aquí lo dice". Quizás por eso la novedad pierde su efecto pasado un tiempo: carece de teoría que lo respalde. Pero, ¿qué clase de teoría puede brindarse de algo que apenas va empezando? Solo esperan cortar las alas al señalar el mínimo error o vacilación de convicciones. 

No sé, me parece absurdo y ridículo caer en el mismo círculo vicioso, año tras año, movimiento tras movimiento. El modernismo tuvo opositores cuando estaba empezando y la vanguardia nació como alternativa a este años después. Creo, no sé, no te ando manejando fechas ni teoría. Como les intenté expresar en la metáfora anterior, el modernismo fue el jugo de naranja que me obligaron a tomar desde que nací, porque nací en Nicaragua y acá solo existe Darío, punto. 

Me ha costado reconciliarme con la poesía tradicional porque sus métodos de enseñanza me dejaron herido. Así se los pongo: hastiado y herido. Me empacharon al punto de vomitar... y vomité verso libre.

Alguien mencionó que la poesía es libertad en una publicación de instagram. Un elitista contestó con su opinión en una historia de su perfil privado, sin hacer menciones pero en una clara indirecta. Dijo que esa afirmación era el eslogan de los mediocres, decretó que la poesía es métrica y técnica. Creo que tiene la razón hasta cierto punto. Para hacer arte, es necesario conocer la técnica; saberse las reglas para poder romperlas. Sin embargo, el arte depende del contexto histórico y social. Las pinturas rupestres son arte al igual que la Mona Lisa. La técnica es distinta porque el arte evoluciona con la humanidad.

Creo que en el anterior párrafo he dejado claro mi punto. Me tomó toda una verborrea sentimental llegar hasta acá. Espero haberlos entretenido a quienes se tomaron la molestia de leerme. A decir verdad, la violencia verbal no es el mejor método para hacerte escuchar y validar tu punto, así que quise ponerme más formal y menos antipoético (porque ya tengo varios antipoemas sobre estos temas). Igual sigo de irreverente, so, al menos espero no haberlos aburrido.




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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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