PARTE 1

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La lluvia golpeaba con fuerza contra los cristales de la ventana, creando un ritmo
constante que parecía susurrar secretos ancestrales. Me encontraba en la
habitación de mi abuela, rodeada por el aroma reconfortante de incienso y libros
antiguos.

Mientras observaba la tormenta desde la seguridad de aquel santuario
familiar, una sensación de inquietud me invadió, como si el mundo exterior
estuviera llamando a mi puerta de una manera que solo yo podía percibir.

Las
palabras de mi abuela recorde cerrando los ojos, Tu eres especial mi niña.

Ella me solia decir que iba a
cambiar la historia que yo era especial que más allá de las estrellas me llamaban.

Los pensamientos fueron interrumpidos cuando mi
madre entro a la habitación.

—Ya es hora de irte de este lugar.-Me dijo ella parada en la puerta con una sonrisa
enorme.

—ni imaginarlo.-Conteste agarrando la mochila.

—Deberías de deshacerte de estas cosas-Contesto ella dando vueltas y mirando
toda la habitación.

—Jamás me pidas tal cosa madre-dije un tanto molesta como me Iba a deshacer
de las cosas de la abuela eran su adoración.

—Solo digo hija. Tienes que entender que tu abuela está en coma y tiene muy
pocas probabilidades de despertar-Dijo tomándome de los hombros-Abecés
tenemos que dejar ir las cosas que queremos.

—Yo no quiero dejarla ir madre-Dije con la voz entrecortada puesto que mis
lágrimas amenazaban con salir.

—A mi me duele ver como te encierras en tu habitación. Crees que eso es vivir?.
Ella no estaría contenta.

—Lo se-Dije-suspirando-es solo que ella es una parte importante de mi vida.

—Lo se cariño pero la vida sique y ella también opinaría lo mismo que yo. Tienes
que vivir tu propia aventura.
Sonreí ante tal comentario. Ella solía contarme historias fantásticas de otros
mundos. Alos que podías viajar mediante sueños.

—ella es fantástica-Dije un poco
triste. Mi madre al verme en ese estado de animo me dijo.

—Y bueno que te parece si vamos al hospital a visitarla?.

—Si, solo déjame unos segundos más aquí- ella asintió con la cabeza y me dejó de
nuevo en el cuarto de la abuela.

El suave tintineo de la lluvia contra la ventana me volvió a sumir en una melancolía familiar.

Desde que mi abuela quedó en coma, yo había encontrado consuelo en la
familiaridad de mi habitación,

ahora un santuario de recuerdos y misterios por
descubrir.

Los libros antiguos y los chales de colores vibrantes evocaban la
presencia de mi abuela, una mujer cuya sabiduría y misteriosa conexión con los
sueños habían dejado una huella imborrable en mi corazón.

Mientras veo en la estantería un antiguo libro que jamás había visto, me levanto de la cama y me dirijo a tomarlo.

Lo empecé a  hojear y me di cuenta que era un álbum de fotografías, una imagen en particular atrapó mi
atención.

Mi abuela en una aldea, sosteniendo un extraño amuleto en forma de espiral, con un
brillo en los ojos que sugería un conocimiento más allá de lo mundano.

EL VIAJE ONIRICO GUARDIANES DE LAS DIMENCIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora