La Leyenda de Spyro, Los Cazadores de Dragones

Capítulo 1: Promesas y regalos

Gracias muy especiales a reddfoxx99 por la idea para el título.

(2 semanas luego de los acontecimientos del Camino del Guardián...)

El sol se sumergía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rojo mientras Spyro y Cynder se deslizaban grácilmente por el aire. El templo del dragón, majestuoso y etéreo, flotaba en las alturas, bañado por la luz dorada del crepúsculo.

"¡No me atrapas Spyro!" exclamaba Cynder, realizando una serie de giros y piruetas aéreas.

"¡Eso lo veremos, Cynder!" respondió el joven dragón púrpura, tratando de equipararse al nivel de vuelo de Cynder.

Las corrientes de aire que rodeaban el templo del dragón daban mayor velocidad a cualquier criatura alada, pero Cynder siempre parecía tener un poco más de ventaja sobre Spyro en habilidad de vuelo. Algo cansado, el joven dragón descendió al suelo de los jardines del templo. Cynder también bajó hacia donde estaba él.

"Vale Cynder, tú ganas esta vez..." dijo Spyro, tomando algo de aire.

"¡Ja! ¡Dos a uno a favor de Cynder!" exclamó la dragona.

"Tienes muy buena destreza de vuelo, eso no queda duda"

"Bueno... es parte de la experiencia..."

Con una voz un poco más apagada, Cynder se dirigió al borde, donde se podía contemplar, a lo lejos, la ciudad de Warfang.

"Es increíble cómo se ve desde aquí arriba" dijo, "Me pregunto si nuestras madres estarán bien"

"Estarán de regreso mañana" le animó Spyro, "Fueron con los demás guardianes a una conversación con una especie de Consejo"

"¿Por qué no fuiste con tu mamá?" preguntó ella, "Pensé que querrías pasar tiempo con ella"

"Ya lo hice, y también con Flame y Sparxs" respondió él, "Pero no quise ir si es que tu no vas. Tú también pudiste ir con tu madre, pero no quisiste, ¿por qué?"

Cynder giró la vista, pasando nuevamente por Warfang, hacia el horizonte.

"Desde que me liberé del control de Malefor, he aprendido a disfrutar momentos contigo, mi madre y mis nuevos amigos" dijo algo pensativa, "Pero... temo que el resto del mundo aún me odie. Muy en el fondo siento que el nombre 'El terror de los cielos' sigue impregnado en los recuerdos de muchos otros dragones, con una sensación de miedo u odio"

"Cynder..." le dijo Spyro, "Recuerda lo que aprendimos en el laberinto: no importa que tanto nuestro lado oscuro nos tiente, podemos tener la voluntad de superarlo"

"Ya lo superé, Spyro. Lo que quiero decir es que... tal vez no todo el mundo le cueste aceptarlo. Es decir, ¿me mirarán como soy ahora? ¿o como la antigua sirvienta de Malefor? Creo que es mejor que me quede en Warfang y el templo, son los únicos lugares en que no me discriminan"

Spyro puso una pata en la de Cynder, con un tono cariñoso.

"No debes quedarte encerrada en un solo sitio Cynder" le dijo, "Te prometo que buscaré la forma para que podamos ir a otros lugares sin que te sientas incómoda"

"Gracias Spyro..." dijo Cynder, "Tengo mucha suerte de tenerte, Spyro"

Spyro iba a decir algo más, pero en ese momento, le rugió el estómago.

"Vaya, creo que me he quedado sin energías" dijo el joven dragón púrpura.

"Vayamos adentro, quizá Jhonny pueda preparar algo de comer" dijo Cynder.