"Hoy es el dia". Eso es lo primero que pensé al despertarme y abrir por primera vez los ojos el día de hoy.
No tuve ninguna pereza de levantarme como yo acostumbro a tener, sino que salté de la cama, me deshice la trenza que me hago habitualmente para dormir y que el pelo no se me enrede y encoja con los rizos. Fui al baño, me lavé la cara y los dientes. Bajé a desayunar.
Una taza de leche caliente con cacao mientras mojaba ahí unas galletas con chocolate. Había que empezar bien el día. Fui a mi habitación, me puse el primer chandal que encontré y saque a mi chihuahua "Dana" a pasear.
Me senté un un banco de el parque que se encuentra cerca a de mi casa durante unos diez minutos, contemplando a la gente pasando y niños jugando delante mío en los columpios y toboganes. Eran las 12:00 y solo quedaban cinco horas para que llegaran.
Me fui a casa y mi madre ya había hecho la comida, entonces mi padre entró por la puerta y nos sentamos todos juntos en la mesa a comer.
Subí a mi habitación, escojí unos vaqueros pitillo y una camiseta blanca de manga corta con una chaqueta y unas vans negras, lista para salir de casa.
a las 15:00, porfín, nos subimos al coche para ir al aeropuerto, una vez allí, nos colocamos para recibirlas, y entonces, las veo, veo como mis cuatro mejores amigas a las que hacía un año que no veía se dirigen corriendo hacia mi.
Un tremendo abrazo grupal con el que casi nos fusionamos las 5 en solo 1 persona, dió comienzo a la gran llegada. Se nos escapaba alguna lagrimilla, lo único que me sale de la boca en ese momento es:
"os quiero, os e hechado mucho de menos" con mis ojos marrones cristalinos
Ellas empezaron a saludar a mis padres, y ya, nos dirigimos a la salida. Todos no cabíamos en el coche, así que llamé a un taxi para mis amigas y para mí.
Metemos las maletas en el coche de mis padres y encontramos un gran taxi con espacio para las 5.
"no me creo verte porfín" dice Sam
"por españa se te hecha mucho de menos, ya creíamos que nos habías olvidado" dice María soltando una risilla en broma
"pero cómo os voy a olvidar? olvidar a mis cuatro bitchez?? Por favor!" dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Nuestra conversación siguió hasta llegar a mi calle, dónde se encontraba mi casa. Pagué al taxista y nos dirijimos a mi casa a dejar el quipaje de mano que no habíamos metido en el coche de mis padres.
Una vez en la puerta, nos abrió mi madre, que baían llegado hace... como unos diez minutos