Adán según los babilonios 1/2.

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El ángel Samael podía ser muy crítico a Dios, aunque no lo quisiera así, la espina de odio y desprecio siempre se encontró enterrada en lo más profundo de su corazón y se encargaba de cada tanto provocarle ardor y comezón, así que no era sorpresa para nadie que el ángel alborotador alzará incredulo un ceja por los diseños tan disfuncionales que El Todopoderoso le daba a su más reciente invento:los humanos.

Primero, para puntualizar el embrollo que estaba siendo eso, hizo que los angeles  Gabriel, Miguel, Israfil y Azrael fueran a los cuatro rincones del mundo en busca de la arena que daría vida a tal criatura, molestando incluso a la misma tierra, Adama, quién aún años después no tenía claro qué nombre vino primero*¹, por tomar de ella distintas partes para poder forjar a tal humano. ¡Samael no lo creía! Movilizó a varios de los principales solo por un poco de arcilla, esa la pudo conseguir desde su trono, con tal solo arrodillarse y tomar la divinidad que rozaba sus pies pero... Por supuesto, El Todopoderoso no se bajaría a ensuciarse con un poco de tierra mundana.

Aquellos angeles juntaron polvo rojo, para crear su carne y sangre, negro para sus entrañas, blanco para sus huesos y verde olivo para su piel. Todo colocado en la palma bendita del Creador y de ahí surgió el primer ser humano, mismo que se autonombro Adán.

Aunque había un problema y eso es lo que tanto odiaba del diseño Samael.

El diseño que Dios creó era monstruoso pero... Era un ser ¿Conciente? No estaba seguro, lo vió andar por el Edén, solo, realmente solo, aunque verdaderamente esa abominación nunca podría estar totalmente sola. Lo observó varios días, cómo andaba y en la forma en lo hacía, como su largo cabello iba y venía contra el viento, las piernas curvas, sus cuatro ojos, dos bocas, dos narices y ¿Eso era el invento revolucionario de Dios? Sin duda era horrible. Se había dicho a sí mismo una vez que hablaría con la nueva creación de Dios, pero su físico grotesco lo alejaba.

Era diferente a los angeles, su verdadera forma y sus cientos de ojos, muy diferente porque eso para los angeles era funcional, una sola entidad con miles puntos de vista para poder realizar su trabajo sagrado:ver, anotar, contar. Ellos debían verse así pero los humanos no.  Los humanos deben de ser una sola conciencia, no dos, no deberían de tener dos caras, no deben tener dos cuerpos¡No deberían luchar sus partes por el control!

Los animales no eran así, eran lindos y simétricos, perfectos, únicos;está cosa era deforme y sin gracia. Samael suspiró, mirando desde los muros del Edén el claro donde habitaba la criatura, cuidando de no toparse con alguno de los 7 angeles protectoras de las entradas de la fortaleza.  Esos eran muy estirados y molestos, tan cumplidores, obedientes, viejos y sin sentido del humor, no disfrutaban la creación, solo le rendían alabanza porque un viejo mayor se los orden, no porque realmente les agrade. El arcángel desde su lugar mantenía silencio, aunque...

— Debería de...¿Hablarle? La cara de ojos filosos parece agradable. —Murmuro, descendiendo de los muros y escondiéndose entre la maleza, sin éxito por sus alas desproporcionadas para su cuerpo.

La criatura estaba de espalda a dónde estaba Samael, comiendo con paciencia, mientras que su otra cara tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido, murmurando incoherencias, así que no notaba la presencia del Angel.

— ¿Ya terminaste de comer? No soporto tu lentitud, tan solo dejame que yo... Oh, ouh. — Abrió los ojos, relevando unas iris amarillas, las cuales se clavaron de inmediato en los ojos y alas mal escondidas. — ¿Dios...?

— ¡N-No! No,no,no,no, no repitas eso. — Abandonando su escondite se acercó a esa cara, cerrando su boca y mirando el cielo con cautela. — No me confundas con él, por favor, ni digas su nombre, notará que estoy aquí.

—¿Quién habla?— La otra cara giró, mirando lo que su contraparte había pillado.

— No hagas eso, que dejo de verlo yo. Además, me está hablando a mí.

—Si, me dí cuenta que me esta hablando a mí, no es necesario decirlo.

—¡A tí no!,¡A mí! — Molesto respondió la cabeza de ojos amarillos a la que tenía sus iris moradas y mirada más filosa.

— Sí, a nosotros. De igual forma— Sin darle importancia a la cara masculina se giró al ángel, que mantenía una expresión confundida y perturbada, con sus pequeñas manos sobre su pecho agitado.—, ¿Eres uno de los angeles del señor?

Era obvio, pero Samael todavía no tenía la malicia para reclamar aquello y creyó que esa carita bonita tampoco lo merecía.

—Oh, sí, si. Solo venía- quería conocer la creación de mi padre.

—Entiendo. En todo caso, me he nombrado Adán, tú debes de ser יפה. — La cabeza masculina hizo una mueca, no le gustaba cuando su lado femenino nombraba las cosas.

— ¿Disculpa? Yo no soy יפה, soy Samael.— Se removió incómodo, aunque curioso.

—Ahora eres יפה, te nombré así, así te quedas. — Respondió la cabeza masculina, cruzándose de brazos. — Yo nombró todo lo que Dios creó, solo yo, tú no te puedes dar un nombre.

—Samael también es bonito. — Y replicó el lado femenino, acariciando la mejilla de Samael.

—¡Deja de querer mandar, por Dios!





*¹ Como era hijo de Adama(tierra), el hombre se llamó Adán en reconocimiento a su origen;o tal vez la Tierra se la llamó Adama en honor a su hijo;pero algunos derivan que su nombre de Adom(rojo) se debe a que fué formado de arcilla roja encontrada en Hebrón, en el campo Damasceno, cerca de la cueva Macpela.

Okay, en este one-shot se mezclan varias creencias, comenzando por la mención de que Adama, la tierra, se molestó por el polvo que extrajeron de ella, siendo una creencia judía en la cual está maldijo a los angeles Miguel y Gabriel.

El humano amorfo se debe a que los babilonios sostenían que el hombre primitivo era andrógino. Debido a un poema en la que se describía como androgynos (hombre-mujer) y diprososon(de dos caras) para describir a un Adán bisexual. En el cual el primer ser humano o el de prueba no tenía una espalda, poseía dos caras, dos pechos y el doble de extremidades, luego la versión femenina es extraída y se deja únicamente a Adán.

Aunque, debemos tomar en cuenta que esto se originó principalmente por la observación de siameses, en inspiración a monedas y estatuas y que son datos que jamás fueron nombrados en la biblia como tal, pero para mí resultan interesante.

Este libro está comenzando muy educativo, pero ya va que pronto vienen los gays.





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