Desde el momento en que nació, Dariel estuvo destinada a ser solo una sombra más de la familia Hallum. Siempre cauta, letal y sumisa ante sus órdenes. Velando tan religiosamente por la felicidad y la perfección de su melliza, quién a diferencia de e...
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Siempre he estado aquí, a tu lado, en el silencio de tus pensamientos.
Esperando mi momento, mi oportunidad para embriagar cada uno de mis sentidos con el inigualable sentimiento de la libertad.
Siempre he anhelado, fehacientemente, el intervalo de independencia. Ya no más cadenas que me aten a la frágil e incongruente doble moral a la que nos han sometido, esa que dicta lo que está bien; como para mostrarse y aplaudirse, o de lo que es incorrecto y que se debe ocultar bajo llave a cualquier costo.
Yo solo quiero que me dejes cruzar esa línea imaginaria que otros impusieron a nosotras. En ti y en mí, y emerger de las tinieblas.
¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
¡Déjame salir! ¡Deja que me haga cargo de todo!
¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
Ambas sabemos que solo es cuestión de tiempo antes de que todo este teatro llegue a su acto final, sabemos que las máscaras al fin caerán.
Y ambas estaremos en la cima del abismo, observándolos a ellos anhelar la conclusión más vertiginosa, sabiendo muy dentro de sus entrañas, que jamás lo tendrán. Nunca lo obtendrán, no de nosotras. No de mí.
Ellos lo saben. Saben de lo que somos capaces.De que soy capaz.
¡Y será tan maravilloso!
¡Será tan glorioso!
Sera tan exquisito y tan deleitable. Aún no lo hemos cumplido y lo puedo sentir, la vibrante emoción del triunfo.