La ansiedad se cierne como sombra,
enredándose en el alma con sutileza,
tejiendo preocupaciones en la mente,
creando un nudo de inquietud y tristeza.Es un eco constante en el silencio,
un latido acelerado en el pecho,
una danza de pensamientos inquietantes,
que perturban la calma con su despecho.La ansiedad, como un viento descontrolado,
sacude los cimientos de la serenidad,
llenando el aire con temores infundados,
que desdibujan la paz con su crueldad.Pero en medio de esta tormenta interna,
buscamos refugio en la luz del amor,
y con valentía enfrentamos la batalla,
hasta encontrar la calma, un nuevo albor .