¡! 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 ─ ❛ 𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐨𝐧𝐨𝐫. ❜ ˹ 𝐆!𝐏 ˺

❪ 𝐗 ❫

Abril Garza's; Point of View.

De vuelta en la recepción, Samantha nos enseñó cómo podemos "adoptar" a uno de los animales. Pagas una contribución mensual para el bienestar de los animales y a cambio te dan fotos y cosas relacionadas con ellos. Samantha también le dio a Eliza la oportunidad de nombrar a un tigre recién nacido que está enfermo y está recibiendo tratamiento. Al final lo adoptó, Samantha pagó la cuota.

Nuestra pequeña está sentada en su silla en el auto, mirando el paquete de fotos e información del tigre, Leonard, expresando "aww" con cada imagen.

— Es tan lindo, mamá. Mira esto. — Me giro para ver la foto que está sosteniendo, es una de Samantha con el tigre en brazos, el cachorro con apenas minutos de nacido envuelto en una manta.

— Es muy lindo, Eli. — Concuerdo con ella y me giro hacia Samantha. — Tú también te ves muy linda. —

La mujer de ojos café piensa un segundo sobre cuál foto estoy hablando y sonríe sonrojándose cuando la recuerda.

— Bueno, escuchen. — Samantha olvida la pena y se dirige a Eliza y a mí. — Nos vamos a detener a cenar más o menos dentro de una hora y haremos algo divertido, después nos vamos a casa. ¿Está bien? —

— Sí, mami. ¿Puedes poner Disney otra vez, por favor? —

Samantha y yo nos reímos de la impaciencia de Eliza, y le da play a la segunda parte de la playlist.

— ¿Te parece bien a ti también, Abi? —

— Por supuesto. — Respondo simplemente. Algo que sorpresivamente no reconozco comienza a sonar en el sistema de sonido. — ¿Qué es eso? — Le pregunto a la mujer que se está moviendo al ritmo de la canción.

— Gospel Truth. — Responde en tono obvio. Aún no tengo idea de lo que es y levanto las cejas para que se explique más. — De Hércules. —

— Nunca la he visto. —

— ¿QUÉ? Fuera. Fuera de mi auto. — Apunta hacia la puerta del copiloto, Eliza y yo nos reímos de su reacción.

— Apégate a los clásicos, Samy. —

— Hércules es un clásico, ¡impostora! Actuando como si conocieras las películas de Disney. — Esnifa cómicamente. — No eres tan perfecta después de todo. —

— ¿Perfecta? — Pregunto burlona, causando que se sonroje otra vez. — Aww, ¿oyes eso, Eliza? Tu mami cree que soy perfecta. — A modo de broma muevo la cabeza sacudiéndome el cabello hacia un lado. Samantha se ríe de mí con las mejillas aún rojas.

— Es porque lo eres, mamá. —

— Aww, bebé. — Me giro a mi hija, beso la punta de mis dedos y toco sus labios con los mismos. Eliza también besa mi mano. — Te amo. —