sweet milk ★ taegguk

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୨୧

Googie preparaba el desayuno para su bonito alfa de hebras marrones, colocando una pequeña porción de aquella mezcla en la sartén para realizar deliciosos Hotcakes. Sus pomposas mejillas se encontraban tornadas de un bonito rosa pálido, mientras sus orbes redondos se encontraban brillosos.

TaeHyung por su parte se encargaba de cuidar a la pequeña Yunjin, quien mantenía abiertos sus pequeños ojitos. Aquellos preciosos orbes oscuros, redondos y brillantes, los cuales había heredado de aquel bonito omega de hebras azabaches.

Kim Yunjin era una cachorrita muy bonita, porque se parecía a Kim Ggukie.
Al menos eso era lo que pensaba TaeHyung, quien observaba dulcemente como su bonito niño de porcelana cortaba pequeños trocitos de fresas para luego agregarlos encima de aquellos esponjosos panqueques.

Ggukie sonrió dulcemente al ver aquella pequeña torre de Hotcakes recién salidos de la sartén, los cuales estaban bañados en rica miel, y los cuales había preparado él mismo, claro.

Y una vez el desayuno estuviese listo, habló:

―¡Alfa! ¡Ven a desayunar!

Koo llamó al mayor mientras quitaba de su cuerpo el delantal que siempre utilizaba para cocinar, el cual tenía un lindo estampado de conejitos con lindas florecitas de colores pasteles.

―Un momento, cielo ―TaeHyung respondió mientras dejaba a la pequeña Yunjin en su carruaje, depositando un pequeño besito en una de sus regordetas mejillas, luego se acercó hacia su bonito omega, quien rió chiquito al sentir los anchos brazos del alfa rodear su cintura.

―Siéntate y come, los panqueques se enfrían ―el alfa sonrió ante las palabras de su bebé, sus traviesas manos acariciaron y amasaron la suave cintura de su pequeño, luego colocó su cabeza en uno de los hombros de este, logrando que sus fosas nasales se llenaran de aquel delicioso aroma que Goo soltaba.

Pastelillos y fresas.

―Yo quiero comer otra cosa ―susurró roncamente contra el cuello de Googie― lo que mi lobo pide es algo dulce y exquisito...y no son precisamente panqueques.

Googie negó mientras se zafaba de los anchos brazos de su alfa, sus mejillas se tornaron de un bonito rojo intenso, y pues como no...si aquel alfa pervertido estaba insinuando cosas vergonzosas.

Tonto, tonto alfa.

―No! Si crees que voy a darte permiso para meter tu boca hambrienta en mis pechos estas muy equivocado!

―P-pero Googie! ―sus brazos volvieron a apresar el suave cuerpo del pelinegro, logrando quedar frente a frente con el menor, quien intentó zafarse de aquel contacto― solo un poco, si!?

Este alfa.

―N-no! Duele, Alfa... ―murmuró mientras su vista se posaba en la pequeña Yunjin, quien se encontraba completamente dormida en su pequeño carruaje, sus pomposas mejillas estaban rojizas y sus chiquitos belfos se encontraban entre abiertos.

Yunjin era muy bonita. Tan bonita, tan pequeña y tan frágil, como una muñeca de porcelana.

Y luego estaba cierto alfa...al igual que un cachorro, rogando por ser amamantado.

―Cielito, sólo un poco, plisss...

Dios.

―Te comportas como un niño, TaeHyungie ―bufó mientras sus regordetas mejillas se inflaban levemente, logrando formar un pequeño puchero, el cual inmediatamente fue besado por el mayor.

―Sólo un poquito, Gooo

TaeHyung soltó en un pequeño susurro, haciendo todo lo posible para no despertar a su linda bebé de ojitos brillosos. Sus largos brazos en ningún momento soltaron el bonito cuerpo de su omega, sus esponjosos belfos formaron un chiquito y lindo puchero, mientras conectaba sus orbes oscuros con los orbes redondos de su pequeño.

Pucheros.

Kim TaeHyung sabía que su pequeño omeguita no podía resistirse ante los pequeños pucheros que formaba cuando hacía berrinches, y su travieso lobo revoloteó ansioso cuando cierto omega suspiro rendido.

Bingo, Ggukie había sedido.

O al menos eso pensaba TaeHyung...

―Si no comes los panqueques, dormirás en el sofá, entendido? ―Koo amenazó, una sonrisita apareciendo en su bonito rostro al ver como la cara del alfa cambiaba repentinamente.

―P-pero, Googie!

―A desayunar, alfa tonto.