— Terry ... — murmuré, tomando la rosa que me ofrecía y mordiendo mi labio inferior para no reír— No era necesario que hicieras todo esto, te hubiera perdonado tarde o temprano de todos modos —sonreí acercándome a él—. Más tarde que temprano, pero lo hubiera hecho al fin y al cabo, ¿no?— Lo sé, por eso me arriesgué a hacer esto —murmuró, agarrando la cinturilla y acercándome a él de un golpe.
— Eres patético — reí, sin poder contenerme al ver todo lo que había hecho —, creo que ya estás perdonado, me encanta cuando te humillas de esta manera...
— ¿Lo estoy? — me preguntó, sonriendo con diversión. Asentí, observando atentamente sus brillantes ojos azules que tanto me gustaban —, nunca pensé que fuera tan fácil, Pecosa, me decepcionas, creí que me harías rogar de rodillas o algo mucho peor, ese es mas tu estilo. Puedo aceptar esto, mala novia.
— Oh, cállate, no me des ideas que aun puedo hacerlo —entorné mis ojos y golpeé su pecho. —. Yo nunca pensé que fueras un cursi.
— Pero tú amas a este cursi —sonrió ladinamente y restregó la punta de su nariz con la mía. Hice una falsa mueca de desagrado y asentí a sus palabras a regañadiente —¿qué fue esa mueca?, ¿es que acaso no me amas?
— Eso tú bien lo sabes ¿Acaso tengo que decírtelo?
— Pues yo te amo, gruñona y todo, te amo.
— Eso lo tengo más que claro observando todo esto, —él alzó sus cejas, como esperando algo. Me encantaba tomarle el pelo. — ¿Qué?
— ¿Enserio no vas a decirlo?, me estoy humillando aquí con todo esto y tú no vas a decirlo... También debería haber supuesto eso, supongo...
— ¿Decir qué? — me hice la desentendida —, ya he dicho todo lo que pienso respecto a esto. Pensé que el señor Robert se había ganado el premio a la cursilería con su carta para la señorita Kelly, Annie tenía razón, realmente me sorprendiste con todo esto —sonreí burlescamente—. Cursi.
— Mamá me dijo que me buscara una chica dulce y compasiva... Tenía que desobedecerla en eso también, ¿no? Debería haberme quedado con Susana, pero este quiso todo lo contrario, como siempre, —él golpeó su pecho y yo alcé una de mis cejas.
— ¿Susana, huh? —la rubia fresa que era demasiado buena para ser verdad, sus sonrisas amables me daban escalofríos — Aún estás a tiempo, campeón. Y solo para que lo sepas, el corazón es un músculo que bombea sangre a través del cuerpo... Sentimientos, aquí —golpeé su cabeza ligeramente con mi dedo índice.
— ¿Ni siquiera un "gracias, novio mío"?
Él no era el único que a veces se cuestionaba sus gustos.
Si bien siempre pensé que terminaría con alguien igual de desagradable, sarcástico y burlesco como yo... Bueno, a veces uno obtiene todo lo contrario. Y yo obtuve a Terry, quien era bastante efusivo y expresivo, el no tenía temor alguno al decirme cuanto me amaba mil veces al día, ni hacer gestos tan cursis como estos. Él incluso aguantaba todos mis insultos hacia su persona, enserio, a veces me pregunto como es que puede aguantar tanto, yo misma me odio la mayoría del tiempo por ser tan... Así, como soy. A mi no me gustaría tenerme de novia, pero el bebé llorón lo hizo con sus flechas y aquí estoy, enamorada hasta el tuétano de este increíble hombre.
No es como si fuera a decir eso en voz alta, tampoco.
— Esta bien, sí, lamentablemente lo hago —suspiré teatralmente—. Te amo, a veces pienso que demasiado para mi propio bien, pero espero que algún día se me pase la estupidez — sus manos se posaron sobre mis caderas. Sonreí cuando sus pulgares se colaron bajo el dobladillo de mi playera y comenzó a acariciar esa pequeña porción de mi piel en pequeños círculos —. Te extrañe..
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Hashtag Cupido
FanficMinific para la Actividad de, Festival Del Amor. Del grupo Terryfics. Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, sino a sus creadoras Keilo Mizuki y Yuriko Igarashi.