Descrito como estudiante modelo, de gran atractivo, bueno en los deportes y además de inteligente y educado, Suguru Geto daba la talla de novio perfecto, su cara delicada, sus ojos pequeños, aquellos aretes que solo aumentaban su atractivo y su bien cuidado cabello siendo uno de sus más grandes orgullos, no había nadie que no babeara por él, Satoru Gojo no era la excepción. Sin embargo, no todo puede ser color de rosas, ya que desde que llegó a esa edad donde los adolescentes tienen sus hormonas alborotadas, Suguru desarrolló una obsesión por la atención del albino, sintiendo cierta molestia cada que el mismo le comentaba de alguien que captó su atención, queriendo ser él el centro de la misma. No le gustaba Satoru, sino que le atraía y le excitaba la apariencia y la actitud que tenía cada que el albino se molestaba.
Además, sabía lo inestable que era Satoru en las relaciones, así que a Suguru no le interesaba de manera romántica, sino solo sexual y saber los beneficios que podía tener de él.
Y aunque era un egocéntrico de primera clase y un narcisista del carajo, a Satoru no paraban de lloverle chicas y chicos que rogaban por, aunque sea, una noche con él. Siendo el típico chico lindo que nunca estudiaba pero siempre tenía buenas notas, además de atlético, elegante y con una apariencia que infartaría a cualquiera, junto con Suguru entraban en el molde de estudiantes perfectos, teniendo también la tan envidiada amistad de chicos lindos y duradera. Sin embargo, tenía un secreto bien guardado: la atracción enfermiza hacía su mejor amigo, poniéndose celoso cada que lo veía hablar y sonreír de manera hermosa a alguien que en absoluto era él.
Satoru se sentía terriblemente flechado por el pelinegro, todo él le encantaba, y si por el albino fuera, lo encerraría con tal de solo él apreciar su belleza; siempre y cuando Suguru no hiciera aflorar aquel sentimiento que odiaba tanto llamado celos.
Y ahí estaba otra vez, ese maldito sentimiento instalado de nuevo en su pecho. Siendo una tarde de sábado como cualquier otra, Satoru estaba caminando tranquilamente por el centro, comprando algunos dulces o simplemente matando el tiempo, sin embargo, apenas volteo la mirada hacía su lado derecho, sintió que le hervía la sangre. Sus ojos se entrecerraron, locamente celoso mientras lo observaba en silencio desde lejos, Suguru parecía estar disfrutando de la compañía de otro chico que no es él. De hecho, estaba excitado y enojado, excitado por ver a Suguru con aquella camisa sin mangas que dejaba ver esos fornidos brazos que tanto le encantaban, y enojado por ver aquella sonrisa en su rostro.
Nunca le ha sonreído así.
No pudo aguantar más, sus celos estaban tomando conscientemente el control de su cuerpo y, sin pensarlo dos veces, se acercó a él por detrás, sus brazos alrededor de su cintura, su barbilla apoyada en su hombro y mirando al chico con el que estaba hablando, con su mirada fría, al igual que su voz, se decidió a hablar de una vez.
— Mío - dijo con frialdad, apretando el agarre en la cintura del pelinegro - eres mío - susurró en su oído lo último, generando una corriente eléctrica que recorrió la columna de Suguru, eso por alguna razón le excitó, le gustaba lo posesivo que podía llegar a ser el albino.
Al percatarse de que el peli blanco se acercaba y tomaba su cintura, Suguru solo atinó a lo que vendría a continuación, así que actuó con normalidad.
— Él es mi novio, - dijo casi inmediatamente cuando el más alto terminó de hablar - se llama Satoru - lo presentó al chico que estaba enfrente a él para evitar que mal pensara las cosas - como te decía, la tienda queda justo cruzando la esquina, así que no te perderás, cuídate - dijo despidiéndose con amabilidad del joven, el cual le sonrió de igual forma y se despidió.
— Así que tu novio ¿Eh? - respondió con una voz suave, pero fría al mismo tiempo - no sabía que tenías novio, ¿No es un poco joven como para que estés con él? - se separó un poco de Suguru mientras hablaba, sin embargo, no lo soltó del todo.
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· Solo Mío ¿Amor u obsesión? · [Satosugu] +18
FanfictionSintiendo atracción mutua sin saberlo, Satoru y Suguru han estado juntos desde la escuela primaria. Al llegar a la adolescencia, todo cambia en Satoru, comenzando a desarrollar un atracción enfermiza con su mejor amigo, sin embargo, Suguru comienza...