—¡¿Qué estás haciendo?! ¡Vuela de una vez!—
—¡¿Esto está arreglado?!—
Reclamaron algunos estudiantes bastante molestos.
—Mash, deberías empezar a volar..— murmuró el joven Finn desde las gradas.
—¿Qué te pasa, Mash?..— de igual modo se encontraba la rubia de nombre Lemon. Había a ver a sus amigos, aunque más por la señorita Olson el cual le había comentado de su participación en el juego de Duelo y de que iba a ir disfrazada.
—Oye, Mash— llamo Tom descendiendo del cielo con su escoba hasta el suelo en donde se encontraba el pelinegro.
—Ah, eres tú— dijo con total tranquilidad.
—¡¿Le estás dando todo a esta vida que llamamos vida?!—
—No te entiendo— dijo algo perdido.
—¡¿No juramos que seríamos los mejores?!— lo toma firmemente de los hombros.
—Yo no—
—¡Te duermes en los laureles!—
—Yo no—
—¡Aprende del bambú, Mash!—
—¿Del bambú?— preguntó aún más confundido.
—¡El bambú es fuerte, soporta las inclemencias del tiempo y es flexible!— hizo una pose con los brazos arriba y piernas abiertas, intentando imitar a un bambú. Bajando y subiendo los brazos con rapidez —¡Eso es lo que te hace falta, bambú!— movió sus brazos aún más rápido —¡Bambú! ¡Bambú! ¡Bambú!—
—¡Tom, manten la calma!— el "chico" pelimorado se acercó a ellos algo cansada pues había estado haciendo la mayor parte del trabajo anotando 6 puntos y sus otros compañeros anotaron 4, llegando a un total de 10 —Mash no puede volar porque no sabe nada de las normas juego del Duelo, es nuevo en esto.. a-además de que se pone tímido y se avergüenza porque tanta gente le vea—
—S-Sí, es verdad— trato de seguirle la mentira algo nervioso ya que era muy malo mintiendo —(Este está en drogas)— miró al peliplata que estaba algo alterado.
—En ese caso le voy a explicar las normas. Son muy sencillas— miró determinado al pelinegro —Nos disputamos las pelotas en el aire y la metemos por ese aro— señala al objeto nombrado y ve como Lang abota otro punto.
—Maldición..— vuelve a volar en su escoba —Iré a jugar de nuevo, tú también hazlo Tom—
—¡Volvieron a anotar!— miró la puntuación incrédula, Lang ya tenía 49 puntos.
—¡Lo sé, no me lo recuerdes!— abulta un poco los labios, no le gustaba perder ya que era muy competitiva.
—Está prohibido usar magia— miró con seriedad a Burnedead —Solo importa la destreza con la escoba — levanta su escoba y se acerca algo brusco a este con el ceño fruncido —¡Un bambú que no se eleva no es más que un brote!—
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𝑫𝑼𝑳𝑪𝑬 𝑺𝑶𝑵𝑨𝑻𝑨 [ Mash Burnedead y tú ] . . .
أدب الهواة𝙴𝚗 𝚕𝚊 𝚙𝚎𝚗𝚞𝚖𝚋𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚗𝚘𝚌𝚑𝚎 𝚙𝚛𝚘𝚏𝚞𝚗𝚍𝚊, 𝚛𝚎𝚜𝚞𝚎𝚗𝚊 𝚕𝚊 𝚜𝚘𝚗𝚊𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝙿𝚊𝚐𝚊𝚗𝚒𝚗𝚒, 𝚞𝚗 𝚝𝚘𝚛𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚗𝚘𝚝𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚏𝚞𝚗𝚍𝚎𝚗 𝚎𝚗 𝚞𝚗 𝚋𝚊𝚒𝚕𝚎 𝚏𝚛𝚎𝚗é𝚝𝚒𝚌𝚘 𝚢 𝚍𝚒𝚟𝚒𝚗𝚘. 𝙻𝚊𝚜 �...