Capítulo 18.1

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Los días transcurrían con naturalidad, donde Felix no podía esperar para terminar su horario de trabajo para volver a su departamento con el conocimiento que dos personas en particular lo estarían esperando y viceversa

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Los días transcurrían con naturalidad, donde Felix no podía esperar para terminar su horario de trabajo para volver a su departamento con el conocimiento que dos personas en particular lo estarían esperando y viceversa. Chan tampoco podía esperar para que el reloj marcara su hora de salida para ser el primero en dirigirse al ascensor, causando miradas de diversión por parte de sus compañeros y acusándole que no tenía porqué apurarse si de todas maneras bajarían juntos, saliendo disparado por Ryujin en la guardería y dirigirse a casa.

A casa, junto con Felix.

Los dos se sentían en un sueño, sintiéndose extasiados de poder volver a casa en espera de poder verse y contar sobre su día. Si bien la rutina seguía siendo la misma, al final de cuentas era lo que hacían antes de declararse, pero sumándole que ahora pasaban más horas en el departamento del otro con la excusa que necesitaban más tiempo para ponerse al día, al igual que un par de gestos y besos que ya conformaban como parte de su habitual rutina pero como pareja.

Los días para las cenas seguían siendo turnados, una noche en el departamento de Felix, al siguiente día en el departamento de Chan. Los fines de semana la pasaban saliendo los tres juntos, visitando desde los parques más cercanos hasta explorar un par de restaurantes de los cuales habían tenido curiosidad, entre otros lugares. No solo salían los tres, en ocasiones lograban escaparse para aventurarse en grandes exhibiciones, pequeños recitales, simplemente disfrutando de la ciudad por la noche.

Felix había sentido un gran peso retirarse de sus hombros cuando Mingyu decidió renunciar a los pocos días de lo sucedido en su departamento. No negaba que sentía una poca empatía por el chico, al principio había sido un buen compañero de trabajo y consideró que podían llevarse bien, pero tan pronto como sucedió la primera y única cena entre ellos, todo se había ido por la borda. No se despidieron, Mingyu había agarrado sus cosas y se había marchado de la florería con la mirada baja, dejando todo atrás. El trabajo para Felix había incrementado al ser el único empleado en toda la florería, teniendo que realizar todas las tareas por sí mismo y terminando más agotado de lo usual, además de ser una temporada alta para los arreglos debido a las fiestas próximas por acercarse.

El año estaba por acabarse, y con ello, nuevas promesas se estaban por crear. Pero mientras aún durara aquel año, aún había un par de capítulos sin terminar.

Chan reía mientras veía como Felix bailaba con Ryujin entre sus brazos, dando suaves vueltas a lo largo de la sala mientras el azabache era la persona asignada de elegir la música. Cuando baby shark sonó por los altavoces, Ryujin sonrió cuando Felix imitó una postura de tiburón y alzó los brazos para hacer el tradicional paso del baile, causando fuertes estruendos cuando sus palmas impactaban entre sí.

La noche había transcurrido con naturalidad, siendo un viernes y último día de trabajo de la semana, después de una deliciosa cena habían tomado asiento en la sala, alegando que Ryujin se encontraba un tanto quisquillosa desde que el día inició, por lo que Felix se encargaba de entretenerla hasta su hora de dormir.

Save my life ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora