Capítulo único

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Estuve toda la semana tratando de escribir esto, incluso lo cambié en más de una ocasión porque quería que el enfoque girara por completo en Ángel, así que finalmente resultó así. He estado obsesionada con esta serie, y no he podido dejar de escuchar sus canciones. ¡Todo es una joya!

Hazbin Hotel y sus personajes son propiedad de su respectivo dueño. Esta historia es hecha sin fines de lucro. Alerta de spoilers.

"No como un ángel"

Por Fraanej

Capítulo único

Ángel estaba dentro de su camerino frente a un tocador mirándose detenidamente en el espejo. Las sombras color rosa en sus parpados, el delineador para ojos y el iluminador hacían destacar cada detalle de su rostro. Llevaba en su cuello la gargantilla de color negro que solía usar. Su traje constaba únicamente de una falda color rosa platinado con una abertura con forma de corazón por el frente, unas medias con una delicada línea por el medio y sus largas botas. El pelaje blanco de su cuerpo contrastaba de una manera increíble con la silueta rosa de corazón que abarcaba su pecho y que bajaba hasta su entrepierna.

Dio un suspiro cansado luego de escuchar como alguien lo llamaba para salir al escenario. Cruzó un par de cortinas hasta llegar al centro del lugar, una gran tarima con un tubo en el medio y varios escalones para bajar a un pequeño camino. Las luces estaban apagadas, sin embargo, podía escuchar los aullidos y voces de los demonios que aclamaban su nombre.

Se colocó delante del tubo, sintiendo el frío metal contra su espalda, dio una respiración lenta para después sacar su tercer par de brazos. Comenzó a mover sus seis brazos simulando las alas de una mariposa para posteriormente sujetar el tubo y comenzar a girar a su alrededor. Las luces se encendieron al igual que los chillidos del público. La araña les dio una mirada coqueta, golpeando la parte baja de su cuerpo contra el tubo, su sonrisa torcida mostraba el colmillo dorado que poseía.

Después de unos cuantos giros comenzó a caminar por la tarima, viendo como al frente se encontraba Valentino acompañado de Summer y Día, cada mujer en cada lado. Ángel lo señaló mientras sonreía, bajó lentamente su cuerpo, poniéndose en cuatro, con el pecho contra el suelo mientras se arrastraba hacia el frente. Valentino bajó ligeramente sus lentes y sonrió. Tomó una aspiración profunda de su cigarrillo para después soplar con fuerza. La sustancia rojiza voló hacia el cuerpo de Ángel simulando un par de cadenas que sujetaban sus muñecas y una gargantilla en su cuello.

La araña se acostó boca arriba, acariciando el escenario con su par de brazos medio, y con los superiores recorrió su pecho hasta subir por la larga melena de su cabeza. Podría ser el alto volumen de la música que salía de los parlantes, las luces intermitentes que adornaban el lugar o quizás el bullicio de los demonios, pero sentía su cabeza pesada. Los flash back de algunas noches pasaban por su mente, se veía en su anterior departamento, recostado sobre una cama desordenada mientras lloraba, podía jurar sentir el roce amable de una de las manos de Cherri contra su espalda, mientras murmuraba palabras que no comprendía en un intento de calmarlo.

Decidió no prestarle atención al dolor y la angustia que sentía, continuó bailando y agitando sus piernas con fuerza, sonriéndole a cada demonio con el que su mirada se cruzaba. Los clientes se postraron a su alrededor en un bajo intento de alcanzarlo, gritando su nombre con fuerza y silbando para atraer su atención. Los billetes volaban en el aire y alguno que otro tenía la oportunidad de colocarle un faje dentro de la ropa.

Ángel era la estrella porno más famosa del infierno, estaba seguro de que podría tener lo que quisiera y a quien quisiera en la palma de su mano. Le gustaba la sensación de poder sobre otros, o quizás la atención y admiración que recibía de otros demonios. La aceptación y el deseo desesperado de que pudiera ser poseído por otros, como cada ser perdía la cabeza en un intento de alcanzarlo, como si fuera una clase de premio. Puede que tuviera una cadena que lo mantenía atado, sin embargo, había una sensación de libertad y control sobre su propia existencia.

No como un ángel - Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora