HEARTLESS

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Quizás, aquel fue el mejor despertar de la vida Jungkook. Acababa de despertar después de la primera noche de sexo en su vida y se sentía totalmente libre.

Su novio estaba dormido mirando en su dirección, tapado por la manta. Se veía terriblemente precioso y acarició su pelo gris, provocando que este hiciera una pequeña mueca.

Notó que estaba pegajoso, algo que le estropeó el momento. Así que optó por levantarse de la cama sin recordar que estaba totalmente desnudo y se metió a la ducha. Dejó el chorro de agua caliente pasar por su cuerpo, al igual que relajó su cabeza hacia atrás, dejando que el agua golpease su rostro.

No sabía cómo sentirse, pero era consciente de que la noche anterior simplemente fue mágica.

Era domingo por la mañana, así que no mucho después deberían volver a Cádiz para seguir con sus rutinas. Algo que le hizo suspirar, agobiado con la idea de volver al trabajo y ver a sus compañeros. Al fin y al cabo, por mucho que fuera cariñoso con Taehyung, no significaba que su personalidad se hubiera ido. Seguía siendo aquel chico poco social, que no le importaba no tener amigos.

No salió de sus pensamientos hasta que sintió las manos de Kim pasar por su pecho y entrelazarlas entre ellas. Estaba detrás de él, pegado a su espalda.

— Has despertado... — Murmuró nervioso al sentir el toque contrario.

Todavía no podía acostumbrarse a eso, era demasiado pronto como para hacerlo, tan solo habían pasado unas horas desde la primera vez que pudieron tocarse bien.

— Mmmh, sí. — Sintió la voz ronca del omega.

— Ven aquí. — Lo llamó.

Las manos entrelazadas del peli gris se separaron y el menor se puso delante de él.

Paró el grifo, dejando el agua de caer. Se miraron con una sonrisa.

— Te quiero. — Pronunció el menor.

— Yo también te quiero. — Soltó una pequeña risilla.

Se pasaron un par de minutos mirándose, antes de que el alfa se atreviera a poner sus manos en la espalda baja del omega, casi llegando a su trasero.

— Duchémonos. — Dijo Taehyung con una sonrisa pícara.

— Mejor... Porque en un rato hay que ir a por nuestro hijo.

Kim suspiró sonriente.

— Nuestro suena bien.

— ¿Ah sí? — Preguntó vacilante. — A mí me gusta como suena también.

El omega negó y procedieron a enjabonarse.

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Después de conducir por muchas horas, por fin llegaba a su casa. Había dejado a Taehyung junto a Ha-Yoon en casa y luego ya se fue a la suya.

Subió por el ascensor, ya que su cansancio no permitía que subiera las escaleras, aún más con una maleta en las manos. Cuando abrió la puerta escuchó un par de voces de fondo saludándolo; Hoseok y Jackson.

Se adentró al hogar arrastrándo la maleta hasta llegar al salón.

— ¡Kookie has vuelto!

— Nuestro pequeño ha vuelto. — La pareja se acercó para abrazarle. — ¿Cómo ha ido?

— Muy bien. — Sonrió pensando en lo que había vivido durante aquel viaje.

— Pareces más contento de lo normal, ¿algo que contarnos? — Se añadió Jackson.