si antes no me abría con la gente para contarles mis cosas, después de ese día mucho menos
abrí el agua de la ducha y dejé que se llene la bañera, me metí en ella y sentí como se limpiaba la sangre de mí cuerpo y mis cortes ardían, pero aliviaban la angustia
me quedé un largo rato, después limpié el líquido rojo q quedó en el piso, me fui a la cocina después de ponerme gasas en las heridas y salir de ahí algo mareada, por la buena pérdida de sangre. ja ja ..¿ja?..
de ropa, me puse una bata mia que tengo ahí de baño, después me dirigí a la pieza mía para agarrar un pijama cualquiera, con medias largas de peludito. esa noche hacía mucho frío sin importar que estemos con climas de 43 grados
llegué y me tomé un vaso de agua bien fría junto a una pastilla para el dolor de cabeza, me acerqué a la cama improvisada que tenemos armada con todos los chicos, y a eso de las diez y media de la mañana logré confrontar el sueño y poder dormirme de una vez por todas
les presento a: mí mejor amigo, el insomnio
𝐴 𝐿𝐴 𝑇𝐴𝑅𝐷𝐸 𝑆𝐼𝐺𝑈𝐼𝐸𝑁𝑇𝐸; (13:02 p.m)
sentí algo golpearme la cara exageradamente fuerte, pero más que doler me picó
abrí mis ojos y vi a uni con una almohada en sus manos y a santu con otra en las suyas
- despertate genocida reviolica -
- san - lo llamé - que insultos creativos tan de mierda - reí y me dio un almohadazo
- los tuyos son peores - dijo uni
- callate vooOooOOS, termotanque de colesterol -
- bue y te quedabas de mis súper creativos insutos mágicos -
- me dejan dormir marga de forros - se quejó tomas, que estaba en el sillón futon
- si yo no duermo vos tampoco, eh -
- no se duerman, tengo hambre -
- uni, mí amor - me miro sabiendo que algo no bonito le iba a decir - anda a la heladera taradito de mierda, no te hagas el timido gil de mierda, y vos santiago lo mismo, no se hagan los vergonzosos y vayan a la cocina. a mí no me rompan la bolas - después de eso les sonreí y me metí debajo de las frazadas sin importar que hacían como cuarenta grados a la sombra
- unas ganas de romperles el cuello cuando me despiertan así - reprochó mazza
- ni me lo digas, imagínate que a mí me revolearon una almohada en la jeta - dije y hizo un sonido burlón con la boca
- pero bueno, son dos pibes con mentalidad de un nene de once años metidos en el cuerpo de un ser ecién adulto - dije todavía tapada - que le vamos a hacer, no? - pregunté sarcástica
- darles un café con clonazepam para que se duerman un ratito más - propuso en joda y yo me reí junto a el
- jajsajsajas, no es mala idea - dije, y me dormí al igual que tomas
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