Prologo

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Estaba en un lugar lleno de hombres que les gusta todo lo que tenga que ver con la oscuridad y de cierta manera me encantaba y satisfacía, pero no venía para ver, tenía que encontrar al hombre que había traicionado a mi padre y a mí, esta traición consto de que ese hijo de puta se quería ir al cielo y eso significaba ir contra nuestro mayor enemigo Dios.

Cuando lo vi el estaba rodeado de mujeres que parecían putas por la poca ropa que traían puesta con solo mi mirada hice que se fueran y me senté al lado de el en ese sofá asqueroso parecía que lo hubiesen sacado de la basura, aunque no me sorprende ya que este lugar parece eso, cuando lo mire empecé a negar con la cabeza y le mostré mi chuchillo favorito que era de color negro con piedras rojo sangre y el al verlo dijo con una risa nerviosa

-Hola su alteza que honor tenerla aquí

-No te sorprendas sabes que no he venido para eso- dije al ver su erección. El al ver que la miraba la escondió rápidamente con su mano, pero después la quite y le corte el miembro, no me importo que lo viera todo el mundo, todos ellos ya sabían que era así de sanguinaria y tortuosa con   todos los traicioneros, al hacer eso el grito y después le cayeron unas lágrimas- si sigues llorando así lo segunda que cortare va hacer tu garganta o tus ojos dime cual prefieres perder primero? Después de unos minutos al ver que no respondía y solo miraba al cielo como si Dios lo fuera a ayudar, ja aunque no duro mucho esa mirada de suplica y esperanza ya que le corte la cabeza en dos y después lo queme junto con el cuerpo con mi mano- Pueden continuar con lo que estaban haciendo antes de que llegara- Después aparte la mirada y desaparecí. Lo que no sabia en ese momento es que la muerte de ese hombre iba a traer muchas sorpresas a mi vida tanto buenas como malas.

Algo entre guerrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora