Jimin lo tenía todo: fama, talento, belleza y el sueño de representar a su país en las Olimpiadas de Gimnasia. Pero un día, un terrible accidente en el entrenamiento lo deja paralizado de la cintura para abajo, y con ello, se desvanecen todas sus es...
🎖Nota: les dejo la rutina que hiceron Jungkook y jimin, póngala cuando lean el capítulo.
Jimin y Jungkook habían pasado por muchas cosas juntos, desde que se conocieron en el hospital. Habían logrado avances y progresos, tanto físicos como emocionales, que habían mejorado su salud y su bienestar. Habían encontrado un apoyo y un refugio, tanto el uno en el otro, como en sus amigos y familiares, que habían estado a su lado y los habían ayudado.
Jimin y Jungkook se habían enamorado, se habían prometido estar juntos, y ser felices, pase lo que pase.
Pero aún les quedaba un sueño por cumplir. Un sueño que parecía imposible, pero que no habían perdido la esperanza. Su sueño que era la gimnasia.
Jimin y Jungkook querían volver a hacer gimnasia. Querían volver a sentir la emoción y la adrenalina de moverse por el aire, de hacer piruetas y acrobacias, de expresarse con su cuerpo, su música. volver a competir, a representar a su país, y ganar medallas.
Pero eso era muy difícil. Jimin apenas podía mover las piernas. Jungkook tenía una cicatriz en el hombro, y no podía levantar el brazo. Los médicos les habían dicho que era muy improbable que pudieran volver a hacer gimnasia, que era casi imposible que pudieran volver a competir.
Pero Jimin y Jungkook no se rindieron. Ni se conformaron. Ellos siguieron trabajando duro, haciendo su rehabilitación, ejercitando sus músculos, fortaleciendo su voluntad, siguieron creyendo en sí mismos, confiando en su amor, teniendo fe en su destino.
Un día, su sueño se hizo realidad.
Ese día, Jimin y Jungkook estaban en el gimnasio, donde solían ir a entrenar, con la ayuda de Namjoon, su entrenador y amigo, que los había apoyado y guiado.
Jimin y Jungkook se habían propuesto un reto, un desafío, una meta. iban a intentar hacer su rutina de suelo, la que habían practicado tantas veces, la que habían perfeccionado.se pusieron sus trajes de competición, de color rojo y blanco, los colores de su país, se pusieron sus zapatillas y sus muñequeras, y se ajustaron el cabello en una coleta, se pusieron en posición, frente al tapiz.
Jimin y Jungkook escucharon su música, comenzaron su rutina, moviéndose con gracia y agilidad por el suelo.
Hicieron saltos, giros, piruetas, mortales y acrobacias, con una precisión y una elegancia impresionantes que se sincronizaban mutuamente, ese día, Jimin y Jungkook hicieron historia, hicieron magia, hicieron arte.
Namjoon los observaba con asombro y emoción, sin poder creer lo que veía, les aplaudía con orgullo y admiración, sin poder contener su alegría.
Al terminar su rutina, con los corazones ferviente latiendo, sus respiraciones agitadas Namjoon se acerco y los abrazaba con cariño y felicidad, sin poder expresar su gratitud.
- Lo hicieron, chicos, Son increíbles - les decía Namjoon, con lágrimas en los ojos y una sonrisa en los labios.
- Gracias, entrenador. Gracias por todo. Usted ha sido como un padre para mi. Me ha enseñado todo lo que se - le decían Jimin con sinceridad y gratitud.
- No me deben nada, chicos lo han hecho todo por ustedes mismos. Son unos grandes gimnastas Así que no se preocupen por nada. Solo confíen en ustedes disfruten de lo que hacen- les decía Namjoon, con una sonrisa y una mirada de cariño.
Jimin y Jungkook se miraron a los ojos y se sonrieron.
-Te quiero, Jimin.
-Te quiero, Jungkook - se decían con voz quebrada y lágrimas en los ojos.
se respondían Jimin y Jungkook, abrazándose con fuerza y ternura, se besaron, con un beso dulce y apasionado.
- Estaremos juntos - se prometían con voz suave y sincera.
- Y seremos felices, Jimin. Y seremos felices, Jungkook - se aseguraban con voz firme y eterna.
FIN
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