El cambio en nuestras vidas es algo que se da de pronto ante la mirada o idea menos posible y más loca que se nos pueda ocurrir.
El futuro es el mayor misterio que enfrentamos todos los días, las dudas y las pruebas que desafiamos a diario son de la...
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—Vaya desorden. —Murmuro la chica mirando la gran cantidad de cajas que se encontraban en el comedor— ¿Cómo se supone que la utilizan si no la limpian?
La chica ya se encontraba lista, era gracioso como al ser la única mujer lograba cambiarse en tan poco tiempo mientras que sus amigos eran los que más tardaban en el proceso, ella tenía un vestido verde pálido largo un poco pegado a su piel, con aperturas en ambos lados dejando ver sus piernas, unos tenis y una sudadera blanca, un chongo alto su lazo verde y ya, en ese momento el maquillaje no le ayudaba mucho, era de noche, por lo que optó únicamente por un brillo labial, y un poco de máscaras de pestañas
—Este salón no se usa como tal. —Dijo Víctor entrando al lugar— Solo se usa como depósito~
— ¿Y dónde se sientan a comer? —Dudo ella mirándolo pasar al frente.
—El cualquier lugar. —Dijo restando importancia.
El lugar no era muy grande, por lo que las pilas cajas dobladas una sobre otra y haciendo varias y peligrosas columnas, adornaban el lugar, tan solo dejando espacio para las máquinas dispensadoras y dos refrigeradores, en el que supuso estaría lo que ella buscaba, ahora solo tenía que esperar que el joven se alejara de los refrigeradores.
—Aceptamos. —Dijo Víctor de pronto.
Jade lo miro un poco asustada, el que dijera algo luego de un incómodo silencio la tomo con la guardia baja, Pero.
— ¿Te he invitado a salir o algo parecido? —Se burló mientras cruzaba los brazos de forma sería.
Víctor la miro arqueando su ceja.
—Chistosa... —Dijo mientras cerraba el refrigerador— Lo que dijiste el temprano, sobre lo de actuar profesionales y eso... —conto caminando hacia ella para extender una botella de agua— ¿Te parece iniciar de ceso?
Jade no podía creerlo, nunca lo había oído hablar tanto tiempo, y eso que lo conocía apenas de dos días y algo, pero, eso le agradaba.
—Kane Jade, manager del Inazuma. —Soltó para mirarlo tras agarrar la botella.
—Blade Víctor, capitán del... —Sonrió suavemente— ¿Que tal estuvo tu bienvenida al colegio?
La sonrisa de ella rápidamente cayó, haciéndola apartar la mirada, cosa que lo hizo recordar por qué estaban haciendo eso.
Antes de que pudiera salir corriendo, intenciones que vio a kilómetros, la tomo de la mano y la llevo a la pared, obstruyendo el paso con su propio cuerpo, cuidando no lastimarla con el sobre agarre.
— ¡Oye!
—Lo siento Kane, pero necesito que me digas que fue lo que pasó... —Dijo con firmeza, mirándola directo a los ojos.
—Es algo tonto, sin decir vergonzoso~ —Dijo ella mirándolo con molestia— Y no tiene mucho caso decirlo ahora...
—Tiene todo el caso, si fue algo grave, me veré en la obligación de intervenir...
