Capítulo 10

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María Krueger/Jaeger Ōtsutsuki ya existe en esta línea del tiempo, si saben a lo que me refiero

Como que Heaven se entere, Eren valdrá verga

Narrador Omnisciente

Eren observa con atención cómo el territorio de la Muralla Maria ha sido invadido por titanes, sintiendo confusión y preocupación. Se encuentra sentado en la cima de la Muralla Rose en Trost, con los ojos fijos en el área invadida. "¿Qué estará pasando? Los titanes no se acercan a la Muralla", reflexiona, frunciendo el ceño mientras intenta comprender la situación.

De repente, Eren nota algo inusual: un titán de aspecto femenino, de quince metros de altura, con cabello rubio, es el único que se acerca. "Eso es raro", piensa para sí mismo, sintiendo una extraña intriga. Sin perder tiempo, salta de la Muralla y muerde su mano, desencadenando la transformación en su Titán de Ataque de quince metros.

Eren aterriza ágilmente en el suelo, ileso, y se enfrenta al Titán Hembra con determinación. "Muy mal momento para venir y atacar", murmura, adoptando una postura de combate, con sus músculos titánicos listos para la batalla que se avecina.

El Titán Hembra sonriente se detiene frente a Eren y emite un poderoso rugido que hace que todos los titanes que se mantenían al margen corran a toda velocidad hacia él. Eren retrocede un paso, sorprendido por la reacción inesperada. "¡Joder, tiene sangre real!", exclama en su mente, mientras endurece los puños de su Titán de Ataque, preparándose para enfrentar la embestida.

Los titanes se abalanzan sobre Eren, pero él los esquiva con una facilidad impresionante y contraataca golpeando directamente las nucas de los titanes puros, aniquilándolos uno tras otro. Sus movimientos son rápidos y precisos, demostrando un dominio excepcional en la lucha contra los titanes.

Mientras continúa enfrentándose a los titanes puros, Eren se da cuenta de que si logra acercarse al Titán Hembra, podría utilizar el poder del Titán Fundador para detener la marea de titanes. "Si pudiera acercarme a ese Titán Hembra, podría usar el Titán Fundador y detener a los titanes puros", reflexiona, evaluando rápidamente sus opciones mientras se distancia estratégicamente de los titanes restantes.

El Titán Hembra sonriente se mantiene al margen, consciente de que si Eren se acerca, él sería quien ganaría la batalla. Observa con una mirada desafiante cómo Eren lucha contra los demás titanes, sin acercarse lo suficiente como para darle la oportunidad de utilizar su poder.

En ese momento, Eren nota que otro Titán Hembra se acerca al Titán Hembra sonriente. Este nuevo titán también tiene quince metros de altura y posee cabello negro. La situación se vuelve aún más complicada y llena de incertidumbre para Eren, quien se prepara mentalmente para enfrentar este nuevo desafío.

El corazón de Eren se llena de determinación y coraje al ver a los dos titanes hembras frente a él. Con un impulso repentino, corre hacia ellas, decidido a enfrentar el desafío que se les presenta. Sin embargo, los titanes puros logran inmovilizarlo y someterlo contra el suelo, frustrando su intento de acercarse.

El segundo Titán Hembra se acerca lo suficiente como para que Eren pueda escuchar su voz. "Erencio-Kun, detente, ya perdiste", dice con un tono sereno y seguro. Eren lucha con todas sus fuerzas para liberarse de las garras de los titanes puros, sintiendo la rabia y la determinación arder en su interior. En un instante de revelación, abre la boca y expulsa un rayo de energía nuclear que aniquila a los titanes que lo rodean. Sorprendido por su nuevo poder, Eren se levanta, consciente de su propia fuerza y capacidad para luchar.

Utilizando su rayo nuclear una vez más, Eren elimina a los titanes puros restantes, dejando solo a las dos titanes hembras frente a él. El segundo Titán Hembra se ríe ligeramente, mostrando una actitud divertida. "Vaya, Eren, me dejaste sorprendida", comenta con un tono juguetón, reconociendo la valentía y el poder del joven.

Un Titán con Suerte (Eren x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora