Corazón grande, corazón pequeño
Capítulo 21: Simbiosis
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El traje de mezclilla era duro al tacto y le causaba escozor, no importaba, pronto esa sensación daría paso a la concentración. Junto a ella, hombres y mujeres hacían un círculo con los brazos extendidos, apoyando los antebrazos en los hombros de sus compañeros, el entrenamiento consistía en querer quebrar ese aro de músculos en tensión.
«Esto no va a ser nada fácil, primero fue correr un par de vueltas alrededor de la cancha como calentamiento y ahora esto», pensaba Joselyn, mientras fruncía el ceño y trataba de no ser ella, la novata, quien fuera expulsada al centro o ser el eslabón más débil de esa cadena circular que tenía por objeto romperse.
—Demonios, ¿por qué yo? —se quejó, por fortuna no fue Joselyn la que rompió el círculo. El perdedor tuvo que correr otro par de vueltas, no habría tiempo para darle ánimos a la distancia, venía la otra parte del entrenamiento.
Los restantes formaron dos muros, uno frente al otro y ambos chocaron al centro, tratando de hacer que el grupo contrario, retrocediese y cayese de espaldas.
Joselyn respiraba agitada, creía que iba a ceder, pero los ánimos en la distancia de Sinem le dieron empuje extra.
Fue su grupo el que perdió, pero no habría castigo, solo tomaron un poco de agua y fueron hacia los robots, lo mismo que el que tuvo que dar el par de vueltas extra por la cancha.
En un corralito estaban los otros animales, pese a haber felinos y caninos en el mismo sitio, no hubo lio de ningún tipo, incluso con razas un tanto agresivas como el doberman o los pitbull, de hecho, parecía que eran los gatos los más mal encarados; en cuanto a Garibay, si bien Joselyn se preocupó de que por ser mansito le harían bullying, sus temores no se hicieron realidad, es más, el gato pareció volverse un tanto más asertivo, diríase feral.
—¿Qué le pasa a mi Garibay?
—Es la mentalidad de manada —le explicaba Dakota—. Los peludos necesitan ser mansos para robots como los modelos Servitor mk9, pero para los modelos deportivos: Servitor md9, se necesita que los copilotos sean más agresivos, no te preocupes, volverá a ser mansito cuando entre en tu robot de sirvienta.
—Ya veo, bueno, eso es un alivio. Ven Garibay, gatito..., no me mires así de feo, está bien, venga para acá, señor Garibay. —El gato pareció conforme y se dejó agarrar por su humana, no sin antes, claro, bufar un par de veces, cosa que siguió haciendo hasta que Joselyn lo subió a la cabina.
Le costó más tiempo asegurar al gato en su asiento, no porque el peludito mostró resistencia, sino debido a dos causantes: el asiento del copiloto no estaba a su lado, en los modelos deportivos se situaba detrás del piloto; y, el cinturón de seguridad que protegía a los animales fue remplazado por un arnés de seguridad, no habría riesgo que en una caída, al ser embestidos los robots, fueran a estrellarse contra la consola de mandos o el vidrio de la cabina, lo mismo se aplicaba para los pilotos.
Por lo demás, los controles eran ergonómicos como su modelo Servitor con la diferencia de sumarse una palanca que desplegaba una coraza de protección por encima del enrejado del vidrio de la cabina.
«Lo noto un poco más pesado. Debe de ser por todo el blindaje extra del exterior», pensó y era cierto, a diferencia de los modelos convencionales, los deportivos llevaban una coraza extra por todas partes, esto con tal de que el exterior no se combara más de lo necesario en aquel deporte de contacto.
Escuchó el grito que llamaba a todos los robots y estos se reunieron para repetir los ejercicios, esta vez nada de músculos de carne, solo pistones y acero.
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isekai: Corazón grande, corazón pequeño (Terminado)
Science Fiction[Historia Original] Una marchista es isekeada a un mundo tipo steampunk, donde debe convivir con gigantes. [Obra registrada en SAFE CREATIVE con código 2312266483540 . Todos los Derechos Reservados, prohibido el plagio de esta obra para efectos de l...