Cuando conocí a Esteban el tenía veintiocho años, mientras yo recién había cumplido veintitrés. Él estaba sentado junto a mí en el subte.
Nuestra primera charla se basó en que él me habló del libro que yo estaba leyendo, yo no sabía nada sobre este ya que solo lo había encontrado tirado en una plaza.
Con vergüenza le aclare la situación y él entendió entre risas, creo que desde ahí fue donde empecé a tener sentimientos por él que decidí ocultar.
Ahora habían pasado cuatro años demasiado largos. Esteban estaba en una relación hace seis meses y justo hoy era el día de su boda. Como cagona que soy nunca pude confesarle mis sentimientos en todo este tiempo.
Y hoy trataba de ocultar más que nunca lo que sentía, porque verlo con un traje de novio para casarse con otra mujer me hería aun más si es que era posible.
Sin poder soportar la situación, me fui caminando con rapidez, de manera sigilosa para no llamar la atención. Entre a la casa de la quinta que habían alquilado y camine hacía el bar.
—¿No se están casando? — me preguntó el bartender y eso fue lo que faltaba para que me ponga a llorar.
—Dame un vodka. — pedí sin pensarlo demasiado, jamás había sido una persona a la que le gustará tomar así que mis decisiones estaban siendo imprudentes.
—Enseguida. — un minuto después me entrego un pequeño vaso junto a unas servilletas. —Las lágrimas, debería limpiarlas.
Ante esto empecé a llorar más, ya que aunque las limpiará volverían a salir.
—Lo siento. — se disculpó y negué con la cabeza.
—Esta bien, tenes razón. — con la servilleta me limpie las lágrimas e inhale y exhale.
—¿Lloras por emoción o por tristeza? — preguntó y lo observe, mirando sus ojos para después bajar la cabeza.
—Si te digo que por tristeza sonaría patética, no? — Pregunté para después tomar la bebida con lentitud, el sabor hizo me pique un poco la garganta.
—Haría que sienta un poco de lástima. — me reí ante eso, pero fue una risa mezclada con amargura.
—¿Debería irme? — le pregunté aunque fue más para mi misma.
—Si te vas a sentir mal sería lo mejor. — me aconsejó y asentí, termine la bebida y saque plata de mi cartera pero él me freno. —Ya esta todo pagado.
—No importa, toma por haberme escuchado. — le di una propina de dos mil pesos y me levante.
Salí de la casa y me gire para observar la decoración del patio, yo había ayudado en esta. Suspire y camine hacía la salida, un asistente me fue a buscar el auto. Mientras tanto yo saque un cigarrillo de sandia y menta, mis favoritos, para ponerme a fumar.
Sabía que no podía llorar ya que yo misma había ayudado a que se haga esta boda pero siempre me iba a doler no haber podido confesarle mis sentimientos.
Después de unos minutos me trajeron el auto, le agradecí y me subí a mi toyota corolla blanco. No sabía si estaba bien irme de uno de los días más importantes de mi mejor amigo, pero no me sentía bien viendo al hombre que amo casándose con otra.
Él ya tendría esposa y tal vez más adelante hijos, yo ya no tenía nada que hacer ahí así que lo mejor era que me fuera antes de hacerme más daño a mi misma.
Después de dos horas llegue a mi departamento en capital. Me saque el vestido que Esteban me había comprado especialmente para su boda, me desmaquille y me puse mi pillama más cómoda.
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𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐢𝐞𝐯𝐞 | 𝐂𝐀𝐒𝐓 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 |
FanfictionEstos one-shots son de los ACTORES de la sociedad de la nieve, más no de los sobrevivientes en tal. No tengo intenciones malas con esto, ni mucho menos minimizar el caso real. Lo que van a leer a continuación es solamente ficción, no lo vean como un...